viernes, 22 de mayo de 2009

Un Instante en Taquile

Hay fotos que no se planifican, ni siquiera se piensan, tan sólo se levanta la cámara y se toman.
Esta es una de esas, sencillamente alcé la cámara y disparé el obturador. El resultado: un instante cotidiano, simple y complejo a la vez en un día común y corriente en la isla de Taquile en el costado peruano del Lago Titicaca. En ella se aprecian sus escalinatas pavimentadas en piedra, sus angostas callejuelas, hombres con atuendos típicos, niños traviesos y los siempre infaltables turistas.
La vida es como esta fotografía un instante detenido en el tiempo seguido por otro y otro en forma infinita, al igual como cuando vemos una película en el cine donde nos parece ver una imagen continua cuando en realidad se trata de 24 fotogramas por minutos.
El poder darse el tiempo de congelar estos instantes, más allá de en una fotografía en nuestras mentes, nos permite degustar, meditar, redescubrir y por sobre todo disfrutar estos momentos. Pero ello requiere tiempo un bien cada vez más escaso en nuestra alocada vida moderna en donde el “no tengo tiempo” o el “estoy apurado” se ha vuelto una constante. No hacerse de un momento es la verdadera pandemia de la sociedad contemporánea, nos impide disfrutar de nuestros hijos, de nuestros logros, de nuestras pequeñas cosas aparentemente insignificantes como también no nos posibilita aprender de nuestros errores y fracasos.
Aquel que nunca tiene tiempo y que siempre vive ocupado no se da cuenta como la vida se le escurre entre las manos, como sus hijos se vuelven hombres, como sus amigos se convierten en extraños, ni siquiera es capaz de darse cuenta que tal vez ya haya cumplido sus metas trazadas años atrás.
Que sano sería diariamente al final de la jornada darnos el tiempo de congelar un instante del día vivido para disfrutarlo, para aprender de él, pero sobre todo para atesorarlo.


Posted by Picasa

2 comentarios:

Unknown dijo...

Luis
esta muy chevere tu blog...

segui posteando...

ahi te dejo para que lo cheques:

www.tumentepoderosa.blogspot.com

fer

Raúl dijo...

Escorzos imprevistos, posturas involuntarias... la vida misma.