viernes, 30 de agosto de 2013

Brujería

Según el lugar o la época donde se viva es la percepción que tenemos de las cosas. 
Hace un siglo atrás en el sur de nuestro país, en las selvas americanas o las zonas rurales de Estados Unidos, la imagen de una bruja es algo que no provocaba ninguna gracia. 
¡Cuantas cosas a las que hoy tememos en un tiempo más nos parecerán juego de niños!

miércoles, 28 de agosto de 2013

Metro Mosaicos

Hay cosas simples de las que nunca notamos su bella existencia. 
Cuando se construyeron las primeras líneas del Metro de Santiago durante la década del ’70 las paredes de cada estación fueron decoradas con mosaicos de cerámica. Aparentemente todas son iguales pero en todas hay variaciones en el tamaño, forma y distribución de colores que hacen que cada andén sea único. 
El valor de las necesarias labores de mantención en conjunto a las políticas de reducción de costos ha hecho que casi sin que nadie se dé cuenta algunas secciones de mosaicos vayan siendo retiradas. No es algo que se haga de un día para otro, una parte de un andén en estación Alcantará, unos metros en el acceso de estación Salvador, un costado de las escalas de estación Neptuno, un poco aquí y un poco allá hasta terminar como estación República que actualmente luce una desnuda pared de concreto pintada de amarillo. 
Sin darnos ni siquiera cuenta estamos perdiendo nuestro patrimonio urbano de un cuadrito cerámico a la vez.

lunes, 26 de agosto de 2013

Las Tres Marías

Cuando el padre Gustavo Le Peige vio una extraña formación de rocas de sal siguiendo el camino de los caravaneros al interior del Valle de la Luna le pareció observar a tres mujeres rezando por lo que bautizó la escultura pétrea como “Las Tres Marías”. 
Lo interesante es que cada vez que he estado allí ni yo ni el resto de quienes visitan el lugar logran ver a las tres mujeres rezando sino que cada quien interpreta las imágenes según su criterio. 
Es comprensible que la percepción del padre Le Peige se haya visto influenciada por su condición de religioso, a fin de cuentas en muchas ocasiones la naturaleza es un gigantesco test de Rocha en donde no hay respuestas correctas ni tampoco erróneas sino que cada quien ve lo que lleva en su interior.

sábado, 24 de agosto de 2013

Gonzalo Yáñez

Gonzalo Yáñez es un tipo con voz melodiosa, autor de temas rompe corazones y dotado de una facha de galán de película adolescente, ósea todo lo que cualquier productor de pop necesita para crear una estrella fugaz. Si a esto sumamos su rol musicalizando series juveniles y manejando la dudosa carrera artística de la Paris Hilton chilena, resultaba casi obvio que terminara convirtiéndose en el ícono del pop desechable. 
Entonces dio un giro a su carrera, dejó las grabaciones de lado y se unió como guitarrista a la banda de Jorge González, máximo símbolo del rock nacional. 
Este camino ya lo siguieron antes músicos de la talla de Fito Paez o Pedro Aznar quien en su momento pusieron un alto a sus promisorias carreras para unirse como músicos a las giras de Charly García, senda que Aznar continuaría en la banda de Pat Metheny. De estos procesos ambas estrellas argentinas salieron fortalecidos y pavimentaron el camino a ser las tremendas luminarias que son en la actualidad. 
Como “dime con quién andas y te diré quién eres” los mismos que tiempo atrás criticaban a Yáñez hoy lo consideran uno de los más destacados músicos nacionales (si bien el muchacho es uruguayo radicado en Chile), y quienes antes lo veían como un símbolo del pop hoy lo aprecian como un legítimo exponente del rock; y obviamente en ello se nota el influjo de Jorge González, a fin de cuentas “quien a buen árbol se arrima, buena sombra lo protege”.

jueves, 22 de agosto de 2013

El Canto del Trile

Sobre el origen del nombre de Chile existen dos teorías: 
La primera es que el término chili es un vocablo aymara que significa “helado” o “fin del mundo”, las ambas aplican a nuestro país. 
La segunda es que se trata de la onomatopeyización del canto del trile, ave que abundaba y aún abunda en la zona central de nuestro país. 
A la hora de elegir prefiero creer que nuestro nombre lo tomamos del canto de un parillo con el que busca seducir a esa pequeña hembra de plumaje gris y ojos negros.

martes, 20 de agosto de 2013

De Donde Vienes Garoto?

Es incierto saber hacia dónde va. 
En apariencia podría seguir cabalgando hacia el norte pero basta un solo movimiento de las riendas para cambiar el rumbo. 
Es más fácil entonces saber por las huellas de su caballo que viene desde el sur de la interminable playa de Boaricea en la costa Paulista. 
Por mucho que proyectemos el futuro o queramos vivir el presente la única información confiable es la de nuestro pasado.

domingo, 18 de agosto de 2013

En Camino (Republicación del 20/09/09)

Recuerdo con especial cariño a Oscar Otárola, mi profesor de filosofía en mis años de secundaria, recuerdo sus debates en los que buscaba adentrar en las profundidades del pensamiento a un grupo de desordenados estudiantes cuya idea más elaborada hasta ese entonces había sido como conseguir permiso de sus padres para asistir a la fiesta del fin de semana. Recuerdo en particular dos interesantes discusiones sobre qué cosas en nuestra vida constituían una “causa y/o un efecto” y cuales podían ser determinadas como “un fin o un medio”. 
En buena parte de mi vida consideré a los caminos, sean estos literales o simbólicos, tan sólo un medio para alcanzar un fin, una vía conducente a un lugar, una forma de obtener un resultado, un recorrido que alcanzaba su valor tan sólo una vez completado. 
Hace casi exactamente una década me encontraba atravesando una época particularmente difícil, desempleado, sin dinero y con un matrimonio hecho trizas hacía poco. En aquellas poco gratas noches en las que el insomnio era una constante mis más leales compañeros eran el café y el tabaco, por lo mismo no era extraño que a altas horas de la madrugada me encontrara con que acababa de fumar el último cigarrillo de la cajetilla, en esas circunstancias mi única alternativa era realizar una caminata de más de media hora hasta una estación de venta de combustible donde podía comprar mis ansiados Lucky Strike. A poco andar me di cuenta que no eran unos pocos más o menos miligramos de nicotina los que me calmaban, los que me hacían ver las cosas con mayor claridad y finalmente conciliar el sueño era en sí la caminata en compañía tan sólo de mis pensamientos escuchando a lo sumo el ladrido de un par de perros. 
Supongo que desde aquellos años que he aprendido a disfrutar los caminos sin siquiera importarme a donde conducen, deleitándome sencillamente en el hecho de recorrerlos, aprovechando cada instante de caminata para depurar pensamientos. Es interesante cuantas ideas se pueden obtener usando el supuesto “tiempo perdido” en nuestros desplazamientos de la casa al trabajo o cuantos detalles pueden observarse en el camino que se recorre yendo al mercado. 
De igual forma he aprendido a valorar aquellos caminos simbólicos, esos procesos que nos permiten obtener un resultado, a veces incluso sin lograr alcanzar las metas propuestas pero encontrando un alto grado de crecimiento personal en la senda recorrida. A fin de cuentas nos encontramos permanente “en camino” y cuando llegamos a algún lugar únicamente es para iniciar un nuevo viaje. 
Tan sólo como dato informativo les contaré que el camino de la fotografía atraviesa entre campos y barrancas el extremo norte de la Isla del Sol en medio del Titicaca boliviano y finaliza en un conjunto de ruinas prehispánicas conocidas como el laberinto de Chikana, pero si algún día lo recorren no esperen llegar hasta el final para disfrutarlo.

viernes, 16 de agosto de 2013

Estrías en la Arena

La Ñuque Mapu, madre tierra, ha dado a luz miles de veces. De ella vienen los lagos, ríos, volcanes, montañas, costas, valles y los seres que allí habitan. Pero es una mujer, vanidosa y pudorosa como muchas, por eso solo cuando el sol está bajo a primeras horas de la mañana o a la hora del atardecer es cuando nos deja ver sus estrías huellas de mil embarazos.

miércoles, 14 de agosto de 2013

El Valle del Bayo

El Valle del lago Bayo es alguna forma como “La libertad guiando al pueblo”, el más famoso cuadro del pintor galo Eugene Delacroix e icono visual de la revolución francesa. 
El punto es que nadie o muy pocos de quienes visitan la colección pictórica del Louvre lo hacen pensando en ver el cuadro inspirados en los acontecimientos que acabaron con la monarquía en Francia. Quienes llegan hasta allá lo hacen por ver La Gioconda, la más famosa de las obras de Da Vinci. Una vez que se cansan de mirar su enigmática sonrisa se dedican a ver el resto de la colección del museo parisino descubriendo magníficas piezas como la referida pintura de Delacroix. 
Quienes emprenden el intrincado camino que va desde Puerto Tranquilo, a un costado del Lago General Carrera, hasta Bahía Elefantes lo más probable es que ni siquiera sepan de la existencia del Lago Bayo y realizan la travesía con el único objetivo de acceder a un pequeño mirador sobre un promontorio rocoso que permite contemplar el inicio de Campos de Hielo Sur, la cumbre del Monte San Valentín y el imponente Glaciar Exploradores. 
Pero una vez que los visitantes se cansan de observar el reino de los hielos eternos descubren la hermosa sorpresa a sus espaldas: un enorme valle de origen glaciar dominado por un lago turquesa que tiene el gran merito de ser el último reducto de dominio de la selva patagónica antes de entrar más al sur al mundo de los ventisqueros, fiordos y estepas. 

No importa cuán impresionante sea lo que está frente a ti, también vale la pena mirar lo que dejaste a tus espaldas.

lunes, 12 de agosto de 2013

Entre Cientos de Miradas

Michael Freeman, uno de los máximos gurús de la fotografía de reportaje, en alguno de sus libros comentó que lejos lo más difícil de fotografiar eran los rostros. No tanto por la técnica como por lo reacia que es la mayoría de las personas a dejarse captar por un extraño o por lo fingidas y poco naturales que suelen ser las poses de quienes aceptan la proposición. 
Eran las fiestas de año nuevo del 2011, miles de personas repletaban la Plaza Sotomayor de Valparaíso en espera de los fuegos pirotécnicos. Yo me dedicaba a buscar con mi teleobjetivo algún rostro en la multitud, y siguiendo los vaticinios de Freeman la mayoría o se ocultaba al ver el lente frente a ellos o ponía esa clásica “cara de foto”. 
Y así entre cientos de miradas que se ocultaban o que fingían apareció esta.

sábado, 10 de agosto de 2013

Downtown

Algún tiempo atrás trasladaba en mi automóvil a Lance y Martin, dos ejecutivos de la compañía estadounidense a la que mi empresa representa en Latinoamérica. Los tres íbamos a una reunión en las oficinas de un edificio corporativo en pleno centro de Santiago. 
Finalizada la reunión ambos norteamericanos me pidieron si podíamos dedicar un tiempo a recorrer las calles del “Downtown”, como suelen llamar en gringolandia a las zonas céntricas de las ciudades. En el par de horas que dedicamos al asunto los dos quedaron asombrados con la arquitectura, el comercio, el colorido de kioscos y artistas callejeros y una estética que según ellos les recordaba el casco antiguo de Chicago. 
Cada vez que viajeros de negocios como Lance y Martin visitan nuestro país son recogidos en el aeropuerto y trasladados por las autopistas urbanas hasta algún hotel en el barrio alto capitalino. Luego son llevados a cenar en lujosos restaurant en los centros gastronómicos de Borderío o Vitacura, al día siguiente asisten a reuniones en los edificios corporativos en la ciudad empresarial y así hasta que finaliza su estadía en el país. 
Cuanto de lo nuestro, cuantas cosas que merecen ser mostradas quedan sin ser vistas! Cuanto me he perdido de conocer y fotografiar cuando he visitado Asunción, Sao Paulo o Montevideo sencillamente porque mis anfitriones han tratado de mostrarme la supuesta mejor cara de su ciudad! 
Cuando reciba visitas del extranjero no decida por ellos, corra riesgos y muéstreles como es de verdad nuestra ciudad.

jueves, 8 de agosto de 2013

Salar

Algo ocurre con lo agreste, con lo inhóspito, con aquellos lugares hechos por la naturaleza casi pensaos para que el hombre no se enseñoree de ellos. 
Tomemos por ejemplo San Pedro de Atacama, uno de los principales destinos turísticos del conosur. Quizás el pueblo en si sea pintoresco y policultural, pero quienes llegan hasta allá no lo hacen tan solo para tener una entretenida conversación con viajeros de distintas partes del mundo, lo hacen para conocer el Valle de La Luna y el Valle de La Muerte, dos depresiones donde la temperatura en el día se acerca a los 40 C° con tal cantidad de sal presente en el sustrato que en ellos no habitan ni siquiera las bacterias; los Geyser del Tatio, que ebullen a más de 100 C° y para verlos en su esplendor es necesario arribar al lugar antes del amanecer soportando temperaturas bastante bajo cero y sus 4321 msnm; el Salar de Atacama, una gigantesca extensión del tamaño de algunos países europeos cubierta por gruesos cristales salinos en donde bastan unos poco minutos para comenzar a ser presa de los espejismos producidos por el sol; y sin embargo a ratos estos lugares son tan transitados como cualquier boulevard capitalino. 
Lo mismo ocurre con las cumbres de Los Andes, los ventisqueros y fiordos patagónicos, la insoportablemente húmeda selva amazónica, y un sinfín de lugares donde nuestro cuerpo lo único que desea es huir mientras nuestra mente permanece extasiada. 
Tal vez es en esos lugares donde nos damos cuenta de la insignificancia del hombre frente a la naturaleza y esa constatación nos produce la enorme paz de haber encontrado nuestro justo lugar en el cosmos.

martes, 6 de agosto de 2013

González sin Narea ni Tapia

Hay bandas que trascienden a sus integrantes y hay músicos que trascienden a sus bandas. 
Paul McCartney siempre será un ex Beatles; es impensable ver a Bono en un rol musicalque no sea el de vocalista de U2; por contraparte Robbie Williams es mucho más que Take That, lo mismo que Morrisey en relación a The Smith; y en la música latina cuando vemos a Vicentico poco extrañamos a Los Fabulosos Cadillacs. 
Cuando la banda nacional Los Prisioneros se separó por primera vez a inicios de los ’90 su líder y vocalista, Jorge González, intentó un camino solista con una propuesta musical absolutamente alejada de lo hecho con la banda de sanmiguelinos. El resultado paso sin pena ni gloria y González se transformó en un personaje que parecía tratar de mantener lo contestatario de sus orígenes a costa de criticar y protestar contra todo lo que se cruzara por delante. 
Hacia inicios del nuevo milenio Los Prisioneros se vuelven a reunir, tal como ellos mismos reconocieron, sencillamente para ganar el dinero que no pudieron ganar en sus tiempos de presentaciones subterráneas escondidos de la censura de la dictadura. Y vaya que lo hicieron bien llenando estadios, haciendo extensas giras y transformando sus álbumes ahora remasterizados en topes de lista. 
La historia se repitió y nuevamente la banda volvió a disolverse en medio de mutuas rencillas, pero esta vez González optó por un camino distinto. En lugar de tratar de demostrar al mundo su faceta de músico vanguardista se dedicó a hacer lo que mejor sabe hacer y de hecho lo que nadie sabe hacer como él: cantar canciones de Los Prisioneros. 
Jorge González ha aprendido a llenar el escenario de tal forma que a los pocos segundos dejas de notar que Narea y Tapia ya no están tocando junto a él. Quizás lo ha favorecido que muchos de los temas contingentes de los años ’80 han vuelto a reflotar en esta época de múltiples indignados, quizás lo ha favorecido contar con una fanaticada que se renueva día a día o quizás, sencillamente, es el máximo rockstar de nuestra historia.

domingo, 4 de agosto de 2013

Chelle

La gaviota capucho café, gaviotín, chelle o gaviota cahuil, como es conocida en Chile, suele anidar en colonias en zonas pantanosas construyendo nidos flotantes con juncos y otras plantas acuáticas donde coloca entre dos y cuatro huevos. 
Lo interesante es que el pato cabeza negra suele depositar sus huevos en los nidos de los chelles para que estos incuben sus pichones los que luego de nacer se independizan inmediatamente de sus padres adoptivos. 
En este punto el lector de seguro espera que haga una analogía de lo anterior con el quehacer cotidiano, pero la verdad solo quería compartir un dato curioso.

viernes, 2 de agosto de 2013

Colores Amerindios

Hace quinientos años la dignidad se vestía de vivos colores. 
Caciques, guerreros y chamanes no dudaban en mostrar y demostrar sus rangos ataviándose de coloridas vestimentas y vistosos tocados de pluma. Hasta los más humildes campesinos teñían o bordaban sus trajes con vívidos motivos. 
Cada bordado, cintillo o joya narraba desde importantes acontecimientos hasta los más cotidianos eventos. 
Luego, miles de litros de sangre mediante, se impuso la lógica europea donde la supuesta piedad y dignidad se vestían de riguroso negro eclesiástico. En ese momento lo que conocemos como elegancia se tiñó para siempre del más profundo y aburrido gris.