sábado, 29 de diciembre de 2012

Maipo

Las aguas del Maipo corren caudalosas desde el glaciar El Morado, se tiñen de rojo con la roja tierra de sus riveras hasta desembocar en la amplitud del Pacífico. 
Pero siempre hay quienes desean detener su ímpetu, inundar sus valles y atarlo con cables de alta tensión.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Forzosa Desesperanza (Republicación del 31/07/09)


Medio día en Santiago de Chile, en las calles alrededor de la Iglesia San Ignacio, sector conocido como la pequeña Lima por la gran cantidad de inmigrantes peruanos que allí se congregan, se vocea a voz en cuello la compra de divisas, las llamadas al Perú a precios ultra convenientes, así como ofertas de alojamiento y opciones de colocación laboral, más en silencio también los ofrecimientos contemplan el cómo obtener de forma “milagrosa” una visa de residencia permanente. En el interior de la parroquia los fieles, en su mayoría personas de la tercera edad que alguna vez pertenecieron a la aristocracia santiaguina y que no quisieron trasladarse a los exclusivos suburbios, escuchan la misa de doce cantada por un anciano sacerdote. En el portal del templo, a medio camino entre los gritos callejeros y los rezos litúrgicos, esta mujer, también inmigrante, se aferra con una forzosa desesperanza a su hijo mientras un vaso de refresco oficia de reciclado plato de limosnas. Quizás espera que alguno de sus compatriotas le comparta algo de la fortuna que le ha sido tan esquiva, quizás espera que alguno de los fieles recuerde que la caridad se demuestra con hechos concretos y no solamente con diez padrenuestros, quizás espera sencillamente ser notada por algún mal humorado policía de inmigración que creyendo hacerle un bien al país la deporte de regreso a la tierra de donde cierta vez quiso escapar y a la que ahora tanto añora, en donde a pesar de la dura pobreza nadie se referirá a ella como “chola mugrienta” (negra sucia).
Espero que en algún momento dejemos de ser indolentes ante nuestra propia indolencia.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Osgiliath

No importa cuánta sangre se haya derramado en los antiguos castillos durante las guerras de la Independencia, o cuanta destrucción haya ocurrido luego que un tsunami cubriera por completo el puerto de Corral, finalmente todo termina cubierto de musgos, enredaderas y flores, de seguro es esa la forma como la naturaleza sana nuestros daños.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Cuatro Vientos

Recuerdan ustedes la película “Up”, me refiero a ese filme animado que aparentemente habla de un anciano que desea trasladar su casa hasta el Salto del Ángel en Venezuela, pero que en realidad habla de los sueños y también de la creciente e insoportable presión ejercida por las inmobiliarias ávidas de terrenos céntricos donde levantar sus torres de departamentos. 
Como resistirse entonces a esa presión y poder conservar nuestras antiguas casas patrimoniales? La solución en la mayoría de los casos ha sido el que ciertos barrios sean declarados zonas típicas, con lo que son inmuebles no pueden ser alterados, sin embargo en muchos casos el remedio termina siendo tan terrible como la enfermedad. 
Es el estado el que declara una zona típica pero son los particulares dueños de las viviendas los que deben seguir manteniendo los costos de estas ahora además imposibilitados de poder vender a precio ventajoso su propiedad. 
Un buen ejemplo es lo que ocurre con la “Casa de los Cuatro Vientos”, una de las postales más características de la ciudad de Valparaíso. Por encontrarse en la zona patrimonial no puede ser demolida y así su terreno ser usado para otros fines (y ojalá eso nunca cambie). Pero los costos de una antigua casona de finales del siglo XIX son un tema cada vez más creciente y el que en ocasiones resulta difícil de solventar por un particular. 
En algún momento fue habilitada como hostal, pero es complicado adaptar un añoso edificio a los requerimientos de la hotelería moderna, partiendo por dotar de baños en cada dormitorio a una construcción que cuenta con una grifería casi centeneria. Dicho costo difícilmente puede ser absorbido por un particular más aún pensando en obtener al corto plazo el retorno de dicha inversión. 
Luego funcionó como restaurant, y obviamente tiene una vista privilegiada para serlo, pero también lamentablemente Cuatro Vientos, enclavada en un peñón del Cerro Artillería, se encuentra demasiado alejada del circuito gourmet que hace florecer bares, cafés y locales de comida en los no tan vecino cerros Concepción y Alegre. 
Actualmente funciona como centro de eventos y disco de fiestas electrónicas los fines de semana y de más está decir que una casona hecha íntegramente de madera, por más extintores que cuente, corre un serio peligro de terminar envuelta en las llamas provocadas por un cigarro mal apagado o un juego de luces desperfecto. 
El punto es que la declaración de zonas típicas o de rescate patrimonial también debe ir acompañada de políticas de estado que permiten realmente reconvertir la actividad económica de quienes viven en dichos barrios, haciendo de la conservación un negocio sustentable y rentable y no tan solo una verdadera tarea quijotesca motivada en ocasiones tan solo por el amor a un legado familiar.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Cívica

Hace algunos años me encontraba en Valparaíso fotografiando la fachada del edificio del antiguo Hospital Naval de la ciudad. Mientras los hacía se me acercó un suboficial de la Armada y con un tono bastante poco cortes me señaló que estaba prohibido fotografiar recintos militares. Sin sacar la vista del visor de la cámara le contesté que la ley decía que estaba prohibido fotografiar el interior de cualquier recinto militar pero que yo me encontraba en una calle de acceso público fotografiando una fachada a vista de todo el mundo y si tenía alguna duda que fuera a consultar con su superior. El marino dijo que volvería con el oficial de guardia, dio media vuelta y todavía estoy esperando que regrese. 
Tiempo después, tomando la foto que encabeza el post en el Palacio de La Moneda en Santiago, se me acerca una carabinero para consultarme cual era el objetivo de tomar tanta fotografía al lugar. La respuesta fue sencilla: el objetivo en sí era simplemente tomar fotografías del lugar y no debía dar explicaciones al respecto. 
Nos preciamos de ser un país con un alto grado de educación cívica, sin embargo tenemos serios problemas a la hora de hacer valer nuestros derechos, ya sea frente a la autoridad, frente a organismos de gobierno o entes privados. Pero esa es solo la primera parte, la segunda tiene que ver con nuestros deberes y esa es una materia aún más al “debe”.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Boulevard Valle de la Muerte

Todo siempre ocurre de la misma manera; primero cierto aventurero solitario descubre algún lugar fascinante perdido en medio del desierto, la selva o las montañas, a los cinco años dicho lugar se encuentra convertido en sitio de culto para mochileros, a los diez años aparece en Lonely Planet, a los quince años abre el primer hotel de lujo, hasta que a los veinte años y luego de aparecer en el listado de los imperdibles de Travel & Living aquel misterioso y oculto lugar se ha transformado en una pequeña urbe cosmopolita. 
Lo anterior no es una crítica sino una simple constatación de hechos: el turismo masivo termina privando a ciertos lugares del encanto que los hizo famosos. 
Una cosa es transitar los cañones que conducen al Valle de la Muerte, en las proximidades de San Pedro de Atacama, a primeras horas de la mañana cuando se muestran fascinantes, misteriosos y cautivantes; y otra cosa es hacerlo a media tarde cuando arriban las visitas de un docena de agencias de turismo y el lugar resulta tan transitado como Time Square.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Tributos


Cuando Joe Cocker interpretó su versión de “A Little small help to my friends”, de The Beatles, en el festival de Woodstock quizás no imaginó que este sería uno de los pocos cover en la historia de la industria musical que superaría a la versión original, mal que mal los de Liverpool cantaban una canción simpática y Cocker cantó una canción llena de dramatismo. 
Pero en general los cover fracasan y se hunden en el olvido porque resulta imposible y a ratos presuntuoso intentar reinterpretar una obra en ocasiones ya perfecta. Mariah Carey tiene una voz privilegiada pero “Open Arms” y “Can´t Live” siempre pertenecerán a Journey y Air Supply respectivamente. 
Distinto es el caso de la versión tributo, acá no hay pretensiones de reinterpretar una canción sino que se reconoce que la original es tan buena que lo mejor es hacerla sonar exactamente igual. El mejor ejemplo es a Faith No More interpretando ”Easy” tal cual como lo hicieran un par de décadas antes The Commodore. 
En la música hispana el mejor ejemplo de tributos es el argentino Pedro Aznar, un tipo con un currículum llenó de lustros: fundador del rock argentino junto a Charly García en Seru Girán; integrante del Pat Metheny Group; autor de “Dreams of Return” del mismo Metheny; fundador de la corriente musical seguida por Johansen, Drexler y Stern entre otros; excelente músico y vocalista, etc; pero entre sus palmares destaca el hacer versiones idénticas a las originales de temas de otros, como “A primera vista” (original de Chico Cesar), “Ya no hay forma de pedir perdón” (original “Sorry seems to be the hardest word” de Elton John), “Jeaolous Guy” de John Lenon, y diversos temas de García, Ceratti y Spinetta. 
Un tributo parte de la premisa de reconocer que otros ya alcanzaron un nivel de perfección que no vale la pena intentar superar y esa humildad se agradece y se premia.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Reflejos

El ejemplar de la foto es un flamenco relativamente joven, eso se sabe por su color más bien blanco. Los carotenoides obtenidos de las algas con las que se alimenta poco a poco van pigmentando sus plumas de su característico color rosado. 
Su apariencia no es más que el reflejo de aquello con lo que se alimenta. Lo anterior también es válido para nosotros lo seres humanos, nuestra apariencia física es fiel reflejo de nuestra alimentación y una sociedad con índices de obesidad crecientes y alarmantes es prueba clara de que hay serios problemas al respecto. 
Todos sabemos lo que debemos hacer, no necesitamos ser nutricionistas ni médicos para diferenciar entre un alimento rico en grasas y uno saludable, pero la pregunta es como hacer que esto se refleje en nuestro diario vivir. 
En nuestro competitivo mundo actual cada vez es menor el tiempo del que disponemos para almorzar y hemos llegado al punto en que los minutos dedicados a merendar parecieran ser tiempo perdido, en ese escenario es más que obvio que los poco nutritivos “fast food” ganan terreno. 
Pero lo más preocupante son las contradicciones en las que caen nuestros estados. Por un lado incentivan la alimentación sana aumentando el consumo de vegetales y productos del mar, pero a la vez ciertos acuerdos comerciales y medidas proteccionistas hacia las empresas pesqueras (como la nueva ley de pesca en estos momentos en tramitación en Chile), lo único que hacen es favorecer los intereses de los empresarios haciendo que no solo no nos alcance el tiempo para comer saludablemente sino que también no nos alcance el bolsillo para hacerlo. 
En un país con más de tres mil kilómetros de costa y potencia mundial en la producción salmonífera no puede ser que el salmón, la corvina o la reineta, por mencionar algunos, se estén transformando en privativos platillos gourmet. 
Ciertamente somos reflejo de lo que comemos o más bien somos reflejo de lo que podemos comer.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Carnaval

Los orígenes de cada Carnaval se pierden en el tiempo, pero cada uno de ellos tiene su origen en una muestra de rebelión ante la religión impuesta por la clase conquistadora gobernante. Primero entre los paganos latinos al interior del imperio romano, luego entre germanos y celtas, y finalmente entre los indios americanos. 
Supongo que tanto a los esclavos africanos llevados por los portugueses al Brasil como a los indios andinos sometidos por los españoles les costaba entender los penitentes y prolongados ritos propios de la cuaresma, entonces tres días antes de esta adoptaron como propio el carnaval como una última instancia de celebración antes de un prolongado periodo de ayuno, abstinencia sexual y penitencias. 
El Carnaval fue entonces un grito de rebeldía frente al credo impuesto, una declaración de no estar dispuestos a renunciar a los ritos de los antepasados, una manifestación del libre pensamiento demostrado en el libre actuar. 
Entonces en una sociedad abiertamente secularizada en donde las penitencias pascuales se limitan a cerrar el comercio el día viernes santo el carnaval pareciera perder razón de ser hasta convertirse tan solo en una fiesta de excesos. Pero por el contrario hoy más que nunca hay imposiciones contra las cuales rebelarse, y por lo mismo nuestros carnavales son una muestra de que en una sociedad globalizada no estamos dispuesto a perder nuestra identidad; una fiesta en la que no existe discriminación por creencia, orientación sexual, origen étnico o grupo socioeconómico; una demostración de que en una sociedad cada vez más gris la alegría y el colorido sigue presente en nuestras vidas.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Azul, Amarillo y Verde

Azul, amarillo y verde son los colores del Elqui en verano; azul, amarillo y rojo en otoño, cuando las hojas de las vides alcanzan su madurez; azul, blanco y café en invierno, cuando las montañas están cubiertas de nieve y ya sin hojas las vides desnudas muestran sus oscuros troncos. 
¡Cuantos paisajes en un mismo paisaje!

sábado, 24 de noviembre de 2012

Al Otro Lado del Río

La geología, el destino, algunas decisiones de la corona española, un par de guerras y uno que otro tratado limítrofe hicieron que nuestro territorio cobijara buena parte de las cumbres andinas, el desierto más árido del mundo, campos magníficos para la actividad vitivinícola, la mitad de la Patagonia e incluso una isla polinésica. A cambio de todo lo anterior somos el único país de Sudamérica sin parte en la selva tropical y como subproducto de lo mismo carecemos casi por completo de navegación fluvial. 
Nuestros ríos fluyen en pendientes, caudalosos, llenos de rápidos y contracorrientes, ideales para el rafting adrenalínico, imposibles de navegar en plena calma por más de unas horas, menos aún por días, así que desconocemos por completo lo que es despertar en una hamaca sobre una apacible y vieja chalana tal cual como ocurre en el Paraná, el Marañón, el Amazonas o el Orinoco. 

La única excepción la constituye la ciudad de Valdivia. Fundada por los españoles, destruida por los hulliches, refundada por los españoles, nuevamente destruida por los huilliches, a punto de ser conquistada por corsarios holandeses, refundada por colonos alemanes, nuevamente destruida por el terremoto más grande de la historia, y nuevamente levantada por el amalgama cultural que la habita desde hace cincuenta años. 
Algo hace especial a estos habitantes de borde río que desde pequeños aprenden a desplazarse entre las aguas de los ríos Calle Calle, Valdivia, Cruces y Tornagaleones, por nombrar algunos; que celebran sus fiestas con “botes” alegóricos, que gustan de comer en restaurantes flotantes y que entre sus jóvenes se practica más el canotaje que el futbol. 
Una mezcla de amabilidad y orgullo en sus hombres, de coquetería y desdén en sus mujeres, de tenacidad y resignación en sus ancianos… Y es que quizás a diferencias de quienes nacimos mirando el mar o de quienes lo hicieron atrapados entre las montañas, los valdivianos aprendieron desde pequeños que en ocasiones es mejor dejarse llevar por la corriente y en otras es necesario remar contra ella.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Tres Cruces (Republicación del 25/07/09)

La imagen de una cruz puede ser rápidamente asociada al cristianismo, a una iglesia, cualquier iglesia en cualquier lugar y cualquier época de la historia, católica, ortodoxa o protestante, tanto a la Catedral de Notre Damme, la Basílica de San Pedro, la Abadía de Westminster o a una pequeña capilla de barrio. Si en la imagen hay varias cruces inmediatamente lo asociamos con un cementerio, cualquier cementerio en cualquier lugar y cualquier época de la historia, tanto al de los soldados norteamericanos caídos en la segunda guerra mundial con sus ordenadas filas de cruces como al de nuestra ciudad. Si en cambio en la imagen aparecen específicamente tres cruces, como en la fotografía que corresponde al atrio principal de la Basílica de Nuestra Señora de Copacabana en Bolivia, tan solo puede ser asociado al preciso instante de la crucifixión de Jesucristo, a su pasión y por consiguiente a su reminiscencia en los días de la Pascua de resurrección. 
Recuerdo que cuando niño Semana Santa, el Fin de Semana Santo o las Fiestas de la Pascua de Resurrección, como ustedes prefieran llamarle, era una ocasión sumamente especial, una de las pocas festividades religiosas hechas casi exclusivamente para reflexionar se fuera creyente o no porque todo su entorno prácticamente obligaba a la meditación. Este fin de semana era un festivo sagrado, la sola de idea de destinarlo a vacacionar en alguna playa era casi sacrílega. Desde temprano en los distintos canales de televisión se exhibían cuanta película de corte religioso hubiera sido filmada destacando entre todas la omnipresente “Jesús de Nazaret” de Franco Zefirelli. Eran días de ayuno y penitencia por lo que estaba prohibido comer carnes o cualquier clase de delicias al paladar. En las tarde cada barrio tenía su propio Vía Crucis que era todo un acontecimiento social. Al anochecer era absolutamente impensado realizar cualquier acto de jolgorio por lo que pubs, cabarets y toda suerte de local nocturno cerraba penitentemente sus puertas. Ya el sábado el continuado de filmes continuaba con el Manto Sagrado, Quo Vadis y Ben Hur, matizado entre medio con algún documental de la BBC y los cortos en los noticieros de la bendición papal y las impactantes imágenes de los fieles que se auto crucifican en las Filipinas. Finalmente el domingo desde temprano comenzaban las misas católicas o cultos protestantes donde se celebraba la resurrección de Jesucristo, su victoria sobre la muerte y por consiguiente nuestra posibilidad de alcanzar la vida eterna.
Confieso que siempre encontré todo lo que Semana Santa envolvía un poco parafernálico y en alguna medida un tanto hipócrita, pero debo reconocer que se gustase de ello o no, se abría un instante para la meditación y el análisis. Actualmente las grandes tiendas comerciales y los supermercados cierran el día viernes santo no por convicción religiosa sino que para evitar pleitos con sus sindicatos, pero reabren con furia y ofertas inusitadas el siguiente día. Los tres días festivos se transforman en la ocasión perfecta para tomarse unas pequeñas vacaciones y las agencias de viajes bombardean nuestros correos electrónicos con espectaculares promociones para realizar un viaje relámpago a Buenos Aires o a algún refugio termal en medio de la campiña. Es cierto que en general se conserva la tradición de no comer carnes, pero de ayuno nada, cada familia organiza su magnífica paella de mariscos o pescado asado al horno con mantequilla, que como corresponde debe ser acompañado de un adecuado vino blanco de reserva. También es cierto que el luto por la muerte del Hijo de Dios se mantiene durante el viernes, pero exactamente a las cero horas un minuto las discos y locales nocturnos abren sus puertas para recibir a sus cliente ávidos de diversión. 
El día sábado se debe volver al trabajo o se destina a recuperarse de la juerga de la noche anterior, pero el domingo si que es especial, ese día es necesario levantarse temprano, no para asistir a algún culto sino que para buscar los huevos de chocolate escondidos por el Conejo de Pascua (nunca he entendido que hace un conejo poniendo huevos pero en fin). 
No me mal interpreten, no soy un cristiano devoto, de hecho soy gnóstico, creo en una sociedad secularizada, en la libertad de culto y pensamiento, también creo que el estado no puede alinearse exclusivamente con las creencias religiosas de algunos, aunque estos en ciertos casos sean la mayoría. Pero me preocupa que conforme pasan los años cada vez vayamos perdiendo esos espacios que nos permitían dedicarnos a la meditación, la introspección, el análisis y el conversar en familia. 
Quizás sea el consumismo latente, quizás sea le necesidad de rebelarnos contra toda suerte de conservadurismo, quizás el destino de las sociedades sea volverse completamente seculares y en poco tiempo más todo lo que estoy escribiendo no tenga ningún sentido. Sea como sea es un hecho que hace ya bastante tiempo la Navidad dejó de ser “Paz y buena voluntad para los hombres” para convertirse en “Comprar regalos para quedar bien con todos” y aparentemente poco a poco hemos ido cambiando las reflexiones de la Pascua de resurrección por acciones en la fábrica de chocolates del dichoso conejo.

domingo, 18 de noviembre de 2012

En Movimiento

¿La cámara fotográfica congeló el andar de quien pasó frente al ventanal o el modelo posó estático para generar esta imagen? 
Al parecer el movimiento, o al menos la percepción del mismo, depende de lo que ocurre alrededor. El ver que el paisaje va quedando atrás nos da una señal inequívoca de que vamos avanzando. 
En estos momentos mi hijo vive sus últimos días escolares; ya pronto se vienen las ceremonias de graduación y las despedidas de quienes fueron sus compañeros en algún caso hasta por trece años. Tus amigos, el lugar donde estudiaste, quienes fueron tus profesores, todo aquello queda atrás, y aunque ello provoque cierta tristeza es también la necesaria muestra de que se continúa avanzando, de que las etapas se están quemando, de que el movimiento no se detiene. 
Amigos, amores, lugares, trabajos, se van y otros llegan. A más años más pérdidas y más encuentros. La vida no se detiene y el paisaje a cada instante cambia, a ratos resulta mareador pero a fin de cuentas es sólo señal que seguimos en movimiento.

jueves, 15 de noviembre de 2012

City of Blinding Lights

Antes que todo partamos por aclarar que Bono escribió la canción “City of Blinding Lights” (Ciudad de luces cegadoras) pensando en la ciudad de Nueva York y no precisamente en Santiago, pero creo que el titulo puede aplicar para cualquiera de nuestras grandes megalópolis. 
Las luces de la gran ciudad nos enceguecen privándonos de la hermosura y de la fealdad, imposibilitándonos admirar el cielo y contemplar el infierno. 
El característico rojo intenso de los letreros del Metro santiaguino nos oculta a diario los hermosos rojos de los atardeceres sobre la capital así como las luminarias de los puentes sobre el Mapocho nos ocultan a las decenas de indigentes que duermen bajo ellos. 
Créanme que Santiago es una ciudad mucho más hermosa que lo que muchos creen y a la vez es una ciudad mucho más cruel y despiadada de lo que muchas han apenas imaginado, basta con agudizar la vista para darse cuenta de ello.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Óxido, Polvo y Salitre

El viento del desierto arrastra las partículas de óxido desde viejos latones y maquinarias en desuso; también arrastra los gránulos del polvo rojizo que cubre la vastedad y del blanco salitre que descansa en sus yacimientos. El viento los transporta hasta que son atrapados en los surcos de las añosas maderas agrietadas. La camanchaca que de tanto en tanto sube desde la costa los convierte en un amasijo lechoso que luego el sol inclemente solidifica hasta darle la forma de un musgo blanquecino y carente de vida suerte de verdadera costra de las heridas de la oficina salitrera de Santa Laura, una de las últimas en cerrar sus puertas. 
Por el salitre le declaramos a Bolivia y Perú, por el mismo salitre diez años después nos enfrascamos en una guerra civil de tanto discutir cómo repartir sus utilidades, por el salitre algunos cruzaron el amplio océano para forjar sus imperios, por el salitre otros abandonaron sus campos en busca de un mejor presente, por el salitre mujeres se quedaron solas esperando al esposo, hijo y padre que no regresó,… Todo aquello nos pareció un justo precio por lo que llamábamos el sueldo de Chile, tal cual como ahora llamamos al Cobre, tal cual como algún día llamaremos al Litio. 
En un mundo siempre en guerra, siempre necesitado de nitratos que alimentaran sus cañones, toda la sangre vertida, las traiciones políticas, los trabajadores explotados, las mujeres abandonadas, las vidas oprimidas, nos parecían una digna ofrenda por la fortuna del capitalista, la mejora en la calidad de vida del obrero y el desarrollo del país. 
Cuando el salitre perdió su batalla frente a los químicos y plásticos, cuando las oficinas en la pampa terminaron de cerrar, el capitalista volvió a cruzar el mar con su acrecentada fortuna de regreso, el obrero regresó al campo o a la caleta o al taller, y el desarrollo del país se limitó a Óxido, Polvo y Salitre.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Un Encuentro Pendiente

Hace algunos veranos llevaba varios veranos, otoños, inviernos y primaveras trabajando en la industria del retail. Había sido una opción impuesta por la necesidad pero como el hombre es un animal de costumbres a esas alturas me resultaba natural trabajar domingos y festivos y hasta encontraba cómodo tener libre aquellos días en que la mayoría estaba trabajando, a fin de cuentas un lunes en la mañana el supermercado pareciera estar a tu entera disposición. 
El día de verano al que me remito, como también era costumbre, había salido a fumar un cigarrillo a la terraza de la tienda a mitad de la tarde. El sol aún pegaba fuerte pero la brisa marina suavizaba su furia, las familias caminaban a la playa cercana, las chicas en grupo en piropeadas por los chicos también en grupo, los niños se colgaban de sus padres frente a las heladerías, el mundo seguía su curso… 
Absorto en terminar mi café y mi cigarrillo recibí una llamada telefónica de un viejo amigo “Pelado porque no te vienes al Jardín Botánico, en un rato va a haber un concierto de Eduardo Gatti y Nito Mestre y estamos casi todo el grupo de amigos acá…” 
Siempre me gustó Gatti pero nunca fui un seguidor y lo mismo pasaba con Mestre aunque la música de Sui Generis ha sido parte de la banda sonora de mi vida, pero la idea de no poder estar con mis amigos tirado sobre un verde prado a la sombra de los árboles del bosque cercano escuchando a estas dos leyendas de la música chileno argentina me resultó devastadora. Pero no por el citado recital en sí, sino porque me di cuenta que desde hacía tiempo no tenía tiempo para compartir con los que quería, que ya no me invitaban a una cena viernes por la noche porque al día siguiente tenía que levantarme temprano para trabajar y nadie organiza cenas un día martes; que me había perdido infinidad de cumpleaños; que hacia tiempo que no salía a almorzar con mi vieja y mi hijo; en un momento llegaron todos esos pensamientos, en un momento descubrí que mi trabajo me daba lo necesario para vivir pero me negaba lo necesario para disfrutar esa vida, en un momento algo detonó un sinfín de sucesos que abarcarían los siguientes dos años. 

Debieron pasar casi tres años para que volviera a encontrarme con un recital de Gatti y Mestre, esta vez no en los prados del botánico de Viña del Mar sino en la acogedora sala de un pub en Valparaíso. Esta vez no asistieron mis amigos pero si lo hice yo en compañía de mi hijo que pocos días atrás había cumplido dieciocho años. La presentación fue un día viernes por la noche pero no importaba, hacía ya un par de primaveras que los fines de semana los puedo destinar a los que quiero.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Numenius Phacopus

Este zarapito (Numenius Phacopus) corriendo por la arena no lo hace en una desierta playa de Chiloé o al interior de alguna reserva marina protegida. La verdad es que se encuentra tan solo a cincuenta metros de la principal arteria vehicular de Valparaíso. 
Hasta hace algún tiempo estaba convencido que nuestra fauna costera “urbana” se limitaba a pelicanos y gaviotas, pero luego de participar en un sitio web dedicado a la fotografía de naturaleza descubrí que también se compone de zarapitos, pilpilenes, diversos tipos de cormoranes y un largo etcétera de distintas formas de vida. 
Crecí en una sociedad donde la pobreza era sinónimo de falta de esfuerzo, los homosexuales eran depravados, gitanos e inmigrantes peruanos eran ladrones, judíos y palestinos explotadores, y la palabra indígena era una ofensa. 
 Por suerte esta sociedad algo ha evolucionado, y aunque aún nos falta mucho, hemos aprendido que nuestras ciudades albergan mucha más maravillosa vida que tan solo pelicanos y gaviotas.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Magia Pasacalles

Has visto a un gigantesco burro amarillo persiguiendo a un tímido león? O a hombres de tres metros caminando entre un desfile de tambores? O a una manada de los más diversos animales desfilar vestidos de frac? O a una banda de mimos arrojando frutas a los transeúntes? O a un grupo de piratas cortejando a una docena de bellas brujas? O a una cofradía de poetas muertos brindando en un velero con ruedas? 
Si nos has visto nada de esto definitivamente a tu ciudad le hace falta un carnaval pasacalles.

sábado, 27 de octubre de 2012

Otros Verdes

Quizás porque en estos precisos momentos me encuentro en un lugar donde el verde casi no existe, es que viene a mi memoria mi encuentro con la enorme Mata Atlántica, esa jungla costera que corre por el sur de Brasil paralela al Mato Grosso y uniendo la selva misionera con el Amazonas. 
La conocí viajando desde Sao Paulo a Santos y se me presentó de improviso luego de un recodo del camino cuando sin mediar aviso el verde pareció devorarse la carretera. Pero eran otros verdes, distintos a los de las Araucarias del sur de Chile o de los casi fluorescentes helechos que se esconden en las profundidades de la Patagonia. 
En medio de este verde tan distinto de tanto en tanto se abrían paso hilos de platas tejidos por las “cachoeiras” o cáscadas que descienden desde las montañas, y la lejana vista de las blancas arenas del Atlántico transformaba la visión en un paraíso. 
Pero el camino guardaba otras sorpresas menos gratas, y así fueron apareciendo los gigantescos parques industriales y las contaminadas aguas que anteceden la llegada al enorme puerto de Santos. De ahí en adelante el verde deberá alternarse con el gris de las fábricas y más allá con los neones de los resort que dominan la costa Paulista. 
Al parecer tan sólo esos lugares donde el verde casi no existe son aquellos que aún permanecen un tanto incólumes.

jueves, 25 de octubre de 2012

Verde Mar

Cuatro gigantes gobernaban las angostas tierras del fin de mundo; la noble Palma en los fértiles valles del pikun; la madre Araucaria en el escarpados donde volcanes y lagos se unen; el anciano Alerce en las impenetrables selvas del willi mapu, y el poderoso Ciprés en el salvaje reino de los hielos y el viento inclemente. 

Pero la noble Palma fue arrancada para construir ciudades, caminos y campos cultivables; el anciano Alerce fue talado en busca de su preciosa carne; y el poderoso Ciprés fue entregado al fuego para entregar sus dominios a los señores ovejeros. 

Por un instante la madre Araucaria pareció estar a salvo. Las laderas de las montes no son buen lugar para cultivar granos o apacentar ganado, y su madera, si bien noble, no es tan preciada como la de sus hermanos.  

Eso fue hasta que el hombre decidió colonizar los montes con árboles esclavizados traídos desde otras tierras, eucalipto y pino oregon. Entonces las madre Araucaria vio como los suyos eran derribados para ceder su porción de suelo a estos pobres extranjeros condenados desde antes de nacer a convertirse en papel y astillas. 

Hoy se refugia en lo alto de Nahuelbuta, ayudada por Robles y Coigues, mientras contempla con dolor y ternura como sus hijos lafkenches luchan por devolver a los montes su verde mar.

sábado, 20 de octubre de 2012

Profundidad Rural (Republicación del 20/07/90)

Fue parado frente a esta carretela tirada por bueyes que algo me indicó que acababa de abandonar, al menos por algunos días, la vorágine de la vida citadina para sumergirme por completo en la inquietante quietud de la naturaleza profunda y el mundo rural. Ese algo no fue lo autóctono del cuadro presenciado, no fueron los silbidos de las aves en la cercana floresta, no fue tampoco el encontrarme a unas seis horas de marcha del poblado más cercano, fue sencillamente la sonora alarma de mi teléfono móvil indicándome la total y completa ausencia de señal.
Hace algunos años en una reunión social conversando con uno de esos conocidos ocasionales con los que se puede entablar una entretenida charla pero que horas después ni siquiera se recuerda su nombre, este me comentó acerca de sus magníficas vacaciones en las profundidades de la Patagonia. Como es lógico pensar de inmediato me imaginé una tienda de campaña sacudida por el viento junto a una fogata humeante a los pies de un glaciar milenario. A los pocos minutos de conversación me di cuenta que en lugar de la sacrificada carpa se trató de una suerte de yurt mongol de treinta metros cuadrados dotado de piso alfombrado con calefacción centralizada, cama king size, televisión y teléfono satelital. No critico a quienes optan por el contacto con la naturaleza con las comodidades de un hotel cinco estrellas pero no me interesa llevar mi sala de estar o el escritorio de mi oficina al lugar donde supuestamente viajo a desconectarme del cotidiano vivir, pero aún así sin proponérmelo me he terminado contradiciendo.
De cara a las vacaciones estivales de este año opté por contratar el servicio de navegación por internet para mi teléfono móvil, la idea era poder revisar algunos correos electrónicos y consultar alguna información en la web que me fuera útil en mi plan de viaje. Sin darme cuenta me encontré revisando mis estados de cuenta bancarios, examinando la actualidad noticiosa y al visitar mi página de facebook enterándome del diario acontecer en mi trabajo. No fue hasta que parado frente a esa carretela de bueyes y tras darme cuenta que no contaba con señal de telefonía móvil finalmente me “desconecté” por completo.
El comienzo fue casi traumático, por sobre todo porque me vi obligado a esperar. Mi conjugación habitual del verbo esperar consiste en aguardar el paso del autobús número 307 que me lleva a mi lugar de trabajo y que sagradamente pasa cada quince minutos; en aguardar el fin de mi jornada laboral que siempre ocurre a las 21 horas; en aguardar la llegada de mi pedido de comida a domicilio que de acuerdo a lo publicitado debe ser antes de treinta minutos o sino es gratuita. En resumen todas mis cotidianas esperas no son más que parte de una adecuada programación que suele cumplirse al pie de la letra.
Inmerso en medio de la profundidad de la campiña me vi obligado a esperar llegar al final de un intricado camino sin poder consultar las vistas satelitales provistas por Google Maps; a esperar el fin de la lluvia sin poder consultar ningún informe meteorológico; a esperar el hervor del agua calentada por el fuego sin poder apurarlo con la programación de un micro hondas; a esperar el paso de un bus rural que cumple con su recorrido a “alguna” hora del día. Esas esperas son las que ayudan a calmar las pulsaciones, aquietadas por el murmullo de los árboles, y a clarificar la mente, libre de las programaciones cotidianas, por lo mismo esas esperas nos permiten alcanzar un renovado rendimiento físico y una sorprendente profundidad de pensamiento.
Espero haber aprendido la lección y para la próxima vez no sólo mantendré apagado mi móvil sino que en una de esas quizás incluso me despojo de mi amado y fiel reloj de pulsera.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Atardecer en San Juan de Dios

Lo único malo de contemplar un atardecer junto al mar es que te pierdes el espectáculo que transcurre detrás de ti.
Muchas veces la belleza se nos cuela por la espalda.

sábado, 13 de octubre de 2012

Subercasoux

En Chile existe cierta aristocracia que poco tiene que ver con méritos o el dinero que se tenga sino más bien con el apellido que se lleva. Para poder clasificar en este selecto grupo usted debe reunir los siguientes requisitos: 
Primero - Su apellido debe ser llevado también por algún palacio emplazado a lo sumo a principios del siglo XX en el casco fundacional de Santiago; eso demostrará que es una fortuna con tradición y poco importa si hace décadas que dicho inmueble fue vendido a algún tercero y hoy funciona como centro de eventos. Nada de mansiones en el barrio alto, eso es de nuevos ricos. 
Segundo – Su apellido debe ser llevado también por alguna vitivinícola; eso demostrará que por lo menos hasta la reforma agraria su familia perteneció a una casta de terratenientes. 
Tercero – Su apellido debe ser llevado por algún personaje que aparezca en los libros de historia. En este ítem se privilegian los ex presidentes, no importa lo mal que lo hayan hecho, y los artistas, mientras más incomprendidos mejor. 
Cuarto – Por nada, pero por nada del mundo su apellido se encontrará vinculado al negocio del retail. Aunque inmensamente exitosos, eso queda para los inmigrantes llegados después de la Segunda Guerra Mundial. 

Bonus track personales 
-Si su apellido también ha sido llevado por algún alto prelado de la iglesia católica (lo que no sería raro) hágase de amigos entre la comunidad gay, no sea cosa que lo acusen de retrograda. Un verdadero aristócrata siempre es un vanguardista. 
-Un buen apellido debe ser complementado por un buen nombre. En este sentido prefiera los cuatrisílabos, Federico o Isidora son ideales. Si no es el caso usé sus dos nombre compuestos y en el caso de las féminas se recomienda que el primero sea María. 

 Si cumple con todos estos requisitos no intente aumentar sus virtudes y despreocúpese de sus defectos, está destinado a ser invitado constante de cuanto evento social exista en el país. Si no los cumple construya una casona de estilo minimalista y plante unas cuantas vides, si tiene suerte sus bisnietos podrán preciarse de aristócratas.

jueves, 11 de octubre de 2012

Doña Eduarda


-Hola, le puedo tomar una foto?
     -Si compra algo puede tomar las fotos que quiera, si no deje una propina

-Como se llama?
     -Eduarda

-Y vive sola acá?
     -Como se le ocurre que voy a vivir sola en estas lejanías, el resto de la familia anda cuidando los animales

-Y como le va con sus tejidos?
     -Siempre viene anda harto gringo por estos lados que compra algún recuerdo

-Como lo hace cuando tiene que ir al médico, o hacer un trámite?
     -A alguien le pido que me tire hasta San Pedro

-Es muy duro vivir en Machuca?
     -Hay que aguantarse los fríos en la mañana nada más

-Y vive con su esposo o con sus hijos?
     -Ya no pregunte tanto, ya ha tomado demasiadas fotos por la propina que dejó.

-Ok, buenas tardes que le vaya bien

Ni que modelos, ni que artistas, los comuneros del altiplano si que saben cuánto cuesta su imagen.

sábado, 6 de octubre de 2012

Drexler

En el contexto de la actual música de raíz latinoamericana, si tuviera que definir en una palabra a Pedro Aznar esta sería virtuoso, a Manuel García comprometido, a Kevin Johansen ecléctico y a Jorge Drexler cercano. 
La historia de Drexler difiere radicalmente de la del campesino que con su guitarra y voz logra conquistar el alma de un pueblo. Acá se trata de un letrado otorrinolaringólogo de origen judío y clase pudiente que un día decidió comenzar a volcar en su guitarra las situaciones más simples y cotidianas, y es quizás este uno de sus mayores activos en el escenario pues a través de la música y la conversación el uruguayo es capaz de transportar a sus escuchas a esa caminata junto al mar, a esa conversación de bar o a esa pena de amor donde nacieron sus canciones. 
Esa cercana sencillez también se refleja en su lírica simple, directa y sin encriptados mensajes. Y si de sus letras se trata me quedo por sobre todo con algunas frases: 
“Ya está en el aire girando mi moneda… y que sea lo que sea”.

jueves, 4 de octubre de 2012

Indomitus

Quizás desconozcan que la lana de Vicuña es una de las fibras naturales más valiosas del mundo con un costo que puede alcanzar los U$ 1.000 por kilo, e incluso cuadriplicando esta cifra en prendas elaboradas. Las razones son sencillas: sus grosor es un 40% más delgado que la cachemira asiática, los animales solo pueden ser esquilados cada dos años, solo viven sobre los 3.500 msnm y por sobre todo nunca han podido ser domesticados. 
Para efectuar la esquila las vicuñas deben ser atrapadas cuidadosamente con redes porque en el caso de verse acorraladas o encerradas se abalanzan cual kamikazes contra rocas o cercos hasta romperse la cerviz. 
Algunos señalan que esto se debe a la extrema timidez del animal, yo en cambio creo que tanto en el mundo animal como entre los seres humanos hay espíritus absolutamente indómitos.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Juegos de Fuego

Hace algunos años cuando fotografié a este artista callejero le pregunté en más de una ocasión que tan peligroso era hacer piruetas con teas encendidas. Tatatela, como se hace llamar a sí mismo, me contestó que aunque hay algún riesgo de sufrir quemaduras lo que más le preocupa es que se caiga alguna de sus antorchas y termine haciendo el ridículo. 
Supongo entonces que no es muy distinto a intentar jugar con “esa cosita loca llamada amor”, en especial si se intentan hacer malabarismo con más de una “antorcha” al mismo tiempo. Siempre está la posibilidad de terminar en llamas, aunque lo más probable es que terminemos haciendo el más soberano de los ridículos.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Garoto

Es cierto que por mi trabajo viajo bastante, pero no crean que eso es sinónimo de disfrute máximo (uno suele publicar en facebook o twitter la cara amable).
Quienes han viajado por “negocios” o en “comisión de servicios” saben que hay dos opciones: que el viaje le pague tu empleador o que el viaje lo pague un anfitrión. Si el viaje lo paga tu empleador este tratará de rentabilizar al máximo cada segundo así que usualmente te vas con una agenda prácticamente imposible de cubrir de 8 a 18 hrs, y después de las seis de la tarde en invierno en, por ejemplo, Puerto Montt de lo único que te dan ganas es de estar acostado en tu hotel (obviamente en verano algo mejora el panorama). 
Si el viaje lo paga un anfitrión lo más probable es que te vayan a buscar al aeropuerto, te hospeden en el hotel que ellos creen es de tu agrado, te lleven a comer a los lugares que ellos creen son buenos y te muestren los sitios que ellos creen son interesantes. Al final regresas conociendo un aeropuerto, algunas super carreteras, un hotel, algunas oficinas, cuatro restaurantes y un par de monumentos. 
Hace poco viaje a Brasil por una conferencia, la mayoría de mis amigos esperaban fotos de Ipanema, el Cristo Redentor, el Amazonas, el Mato Grosso, tan solo para partir, y la verdad que la experiencia no fue muy distinta a lo descrito más arriba con la única diferencia que en lugar de un hotel se trato de un resort en la costa paulista. 
En uno de los pocos momentos que pude zafar de las actividades y arrancarme a la cercana playa de Boraicea me encontré con Rodrigo y sus amigos andando a caballo por la interminable arena, creo que ese instante y esta foto fue el único momento en donde vi lo que quería ver y no lo que mis amables anfitriones deseaban mostrarme.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Misiones Mestizas

Pretender que nuestras sociedades del “nuevo mundo” evolucionen como una copia fiel de lo que vemos más al norte es tan errado como pretender imponer el discurso americanista extremo. 
Nunca poseeremos el pragmatismo inglés, la metódica alemana o el orden suizo, pero tampoco podemos volver atrás pues ya ni siquiera nuestros pueblos indígenas son los mismos que eran hace cuatrocientos años. La historia ya se escribió y querámoslo o no somos hijos mestizos de distintas culturas. 
Basta conversar con cualquier parroquiano de alguna iglesia en la isla de Chiloé para darse cuenta que el catolicismo en el que creen es muy distinto al que originalmente les fue traído por las misiones jesuitas. Al igual como ocurrió en la selva misionera, en el altiplano, o en el curso del Marañón, el credo evolucionó, se alimento de las leyendas aimaras, guaranies o hulliches y tomó una forma única, ya no europea ni indígena sino netamente latinoamericana. 
A diferencia de lo que ocurrió en las metrópolis, misioneros jesuitas y franciscanos aceptaron y alentaron este sincretismo, quizás porque sus votos de pobreza los hacían estar más interesados en crear sociedades que en adoctrinar masas de ofrendantes. 
El mestizaje de piel y credos trascendió a la gastronomía, a las tradiciones, y al diario vivir. 

 “Constituimos una sola raza mestiza que desde México hasta el estrecho de Magallanes presenta notables similitudes etnográficas” (Ernesto “Che” Guevara) 

 En definitiva todos somos hijos de Cristo y la Pachamama, algunos son más cercanos al padre y otros somos más cercanos a nuestra madre.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

El Conventillo

Uno de los desafíos de la fotografía está en encontrar belleza en donde aparentemente no la hay; contradictoriamente uno de los dilemas de la fotografía está en presentar como bello o grato aquello que objetivamente no lo es. 
De mis viajes he encontrado un particular colorido, belleza y expresión de vida en las favelas de Sao Paulo, en los destartalados microbuses que transitan por las también destartaladas calles de Asunción, en las precarias chozas en las que viven ciertas comunidades indígenas en el altiplano del Perú, en los húmedos palafitos de la entrada norte de Castro en la isla de Chiloé, y en los conventillos donde viven hacinadas decenas de familias en las barriadas del centro de Santiago o en los cerros de Valparaíso. 
Me alegra que en estos sitios donde el dolor arrecia haya tanta belleza y colorido, que la vida incluso se muestre más latente que nunca; pero en esta dicotomía existencial me duele que aquello exista, que necesite ser fotografiado, y que además lo encuentre hermoso. 
No deseo convertirme en esa suerte de turista social en la que se han transformado buena parte de quienes dejan por instantes su comodidad para ver cómo viven o sobreviven los otros tan sólo para luego regresar a su confort creyendo que han aprendido algo. 
Pero aunque sea sólo para fotografiar realidades siempre aprendes algo, siempre una imagen te transmite las mil palabras que contiene, y entiendes que a pesar ver entrar la luz por estrechas ventanas, a pesar de protegerse del frio por viejos latones oxidados, a pesar de tener que compartir baños y lavaderos, son las personas las que pintan sus dinteles, son ellas las que cuelgan coloridas cortinas, son ellas las que traen alegría y colorido a aquellos lugares en donde debería imperar el más triste y profundo de los grises.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Kilómetro Cero

Enciendo un cigarrillo en el centro de la Plaza de Armas de Santiago, en el punto exacto que marca el kilómetro cero de las dos carreteras longitudinales que recorren el país. En la esquina surponiente un predicador grita sus sermones apoyado por un viejo megáfono de sonido metálico, en tanto en la esquina nororiente otro de sus hermanos en Cristo hace lo mismo ayudado por un micrófono conectado a retumbante amplificador. 
Ambos intentan convencerme que la adicción al tabaco y mi permanente condición de fornicario, al menos desde que me divorcie, bastan para alejarme de la misericordia divina; también que desde que dejamos de condenar a los homosexuales y desde que en los colegios se enseña que el hombre desciende del mono nuestra sociedad ha entrado en un espiral de decadencia similar al de Sodoma y Gomorra que ha despertado los juicios de Dios sobre nuestra nación y esa es la explicación de terremotos, erupciones volcánicas, sequías, devaluación del peso y derrotas deportivas. Ambos predican lo mismo, ambos son hermanos en Cristo, pero paradojalmente los gritos de uno no me permiten entender lo que grita el otro.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Nuevo Plumaje (Republicación del 15/07/09)

Entre las cientos de fotografías que me quedan por tomar están la de un cóndor en majestuoso vuelo entre las cumbres andinas, la de un carpintero de cabeza roja horadando el tronco de un añoso roble o la de un colibrí succionando el polen de alguna flor. Entres mis obsesiones ornitológicas los pelicanos ocupaban un lugar menos que secundario, quizás porque para quienes vivimos cerca del litoral estas aves al igual que las gaviotas resultan tan habituales que llegan a pasar inadvertidas. Por lo mismo me llamó muchísimo la atención la imagen de esta pareja de hermoso plumaje que pareciera estar posando orgullosa para la ocasión. 
Hacia el comienzo de la primavera, luego de los vuelos migratorios invernales, los pelicanos, así como la mayoría de las aves, renuevan sus plumajes de cara a un nuevo ciclo de apareamiento y el posterior periodo de nidificación. En la necesidad de que los machos más aptos capten la atención de las hembras más fértiles, y viceversa, cada ejemplar se “viste” con sus mejor traje para iniciar la fascinante estación de cortejo.
¿Somos distintos los seres humanos? De mi experiencia y de la de más de algún cercano puedo decir con mediana certeza que después de una ruptura sentimental de relativa importancia solemos cambiar o ampliar nuestro círculo social, nos iniciamos en la práctica de algún deporte hasta entonces ajeno a nosotros o nos interesamos en alguna nueva actividad intelectual. En primera instancia esta es una medida de autoprotección que busca reasignar los espacios de tiempo antes dedicado a la vida en pareja, también en alguna forma buscamos levantar nuestra autoestima que sin importar las civilizadas condiciones en las que se haya dado un quiebre sentimental siempre resulta dañada. Pero también en esto buscamos cambiar nuestro plumaje, volver a sentirnos atractivos, no se trata de impostar una nueva personalidad sino de seguir siendo los mismos de siempre pero ojalá absolutamente renovados. Este renuevo (social, físico, intelectual o cultural) nos da la posibilidad de encontrar un nuevo ser querido o de volvernos notorios e interesantes para esas viejas amistades para las que siempre habíamos pasado inadvertidos. 
Después de un largo invierno sentimental un necesario cambio de plumas es indispensable para entrar de lleno en la fértil y florida primavera (reconozco que lo anterior suena bastante cursi y rebuscado pero ustedes entienden la idea). 
Sin embargo, y siguiendo la analogía, existen aves que son radicalmente monógamas teniendo una sola pareja de por vida, la más célebres de estas especies es el pingüino. Estos también cambian y renuevan su plumaje en la necesidad de continuar siendo un objeto de deseo (no sé realmente si a un nivel emocional o tan sólo instintivo) para la pareja que los ha acompañado toda una vida. 
La necesidad de conquistar y ser conquistado, la de cambiar el plumaje y ver un plumaje nuevo, también se mantiene en aquellas parejas que han permanecido juntas por años, tal vez lograrlo sea la clave para el éxito en una empresa que en los tiempos actuales se vuelve cada vez más difícil.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Tatio

El primer desafío es levantarse a antes de las cuatro de la madrugada, parece sencillo pero en un pueblo como San Pedro de Atacama no es cosa fácil resistirse a la oferta gastronómica y prolongar la conversación cosmopolita hasta adentrada la noche; lo segundo son los casi cien kilómetros que separan al poblado del campo geotermal aunque este tramo, y a pesar del mal estado del camino, usualmente se hace durmiendo en las van de las empresas de turismo; lo tercero es soportar los 4.321 msnm, que hacen inevitable sentir los molestos síntomas de la puna y aquí si comienza la parte difícil; finalmente lo cuarto es aguantar los entre diez y veinte grados Celsius bajo cero presentes cada mañana en el Tatio, frío extremo que es uno de los ingredientes principales en la formación de los géiseres. 
Superadas, o soportadas, todas estas dificultades el premio es simple pero maravilloso: Ver uno de los amaneceres más espectaculares y sobrecogedores del que se pueda tener memoria; eso no tiene precio, para todos lo demás… ya saben.

jueves, 30 de agosto de 2012

Avivando la Cueca

Hasta la década del ’50 nuestro folklore era invitado estelar en toda suerte de celebración, ya fuera en las bohemias cantinas porteñas, las quintas de recreo capitalinas o las reuniones familiares en la zona campesina. Luego durante los sesenta y hasta comienzos de la década del ’70 algunos de nuestros más célebres cantantes y poetas se dieron a la tarea de rescatar el folklore más profundo, ese que hablaba de las penurias del campesinado o de lo sacrificada que era la vida de la clase obrera y así en algún momento el folklore pareciera volverse universal, solo las claves rítmicas variaban, Violeta Parra, Victor Jara, Mercedes Soza y Bob Dylan parecieran cantar lo mismo. 
El golpe de estado acabó con ello, el régimen militar vio al folklore genuino, así como a toda forma de expresión popular, como una amenaza y decidió imponer sus términos. Nuestros cantores fueron perseguidos, asesinados, exiliados u obligados a sumergirse en la clandestinidad. La canción campesina y obrera fue reemplazada por los cantos del patrón del fundo y el dueño de la fábrica. La cueca que comenzó a escucharse en la radio y en la televisión solo hablaba de historias de amor, los blanco de la cordillera o el destino de un caballo viejo. Entonces, como era de esperar, el pueblo le dio la espalda y en sus celebraciones la reemplazó por los ritmos tropicales y por sobre todo por su majestad la cumbia, y así ocurriría por las siguientes dos décadas. 

En septiembre de 1995 la cadena televisiva MTV invita a la entonces emergente banda nacional “Los Tres” a grabar un álbum Unplugged en Miami. Era la oportunidad para que Álvaro Henríquez y compañía internacionalizaran su carrera haciendo algún cover anglo, pero en lugar de ello se pusieron a cantar cuecas, pero no cualquiera sino cecas choras, aquellas compuestas por los hermanos Parra en la época que se ganaban la vida amenizando clubes nocturnos y prostíbulos, cuecas llenas de picardía, cuecas colmadas de las historias de pescadores, marineros y cargadores de la vega. 
Nuevamente han pasado casi veinte años y no hay concierto de Los Tres donde no se toquen unas cuantas cuecas, pero estas también están presentes en las fiestas juveniles, en las reuniones familiares, los pub más exclusivos y elegantes tienen días especialmente destinados a ella de la misma forma que las más humildes cantinas. Al igual que hace medio siglo atrás el folklore se escucha de enero a diciembre y no solo para las fiestas patrias en septiembre. 
Sin lugar a dudas ese ha sido y será el gran legado de Los Tres: Avivar la Cueca.

domingo, 26 de agosto de 2012

El Ave Triste

Alguna vez, durante mi infancia, mi madre me comentó que los tiuques (Milvago chimango chimango) eran aves tristes porque siempre deambulaban solos y con su cabeza gacha. En mi adolescencia, esa época en donde nos encanta poner en evidencia los errores de nuestros padres, le expliqué que todas las aves rapaces, incluido el tiuque, son en esencia solitarias para no compartir sus zonas de caza y su cabeza inclinada facilita otear sus presas mientras las sobrevuelan. Ella me miró, sonrió, y me dijo “eso no quita que sean aves tristes”. 
Supongo que algunos de nosotros somos como los pavos reales, en constante búsqueda de un harem y de una abundante prole; otros como los cisnes, compartiendo la vida entera junto a una única pareja; y otros (entre los que me incluyo) como los tiuques, prefiriendo los amplios espacios de soledad sin que ello, a pesar de las ideas de mi madre, nos convierta en personas tristes.

domingo, 19 de agosto de 2012

Encantos Comunes

Hace algunos días salí a caminar y a hacer algunos tiros fotográficos por la costanera de Valparaíso. Al revisar las imágenes días después están eran en sus mayorías de niños jugando en la playa, jóvenes caminando por la arena o parejas de ancianos contemplando la puesta de sol. 
Todas imágenes cliché dirá alguien, muy cierto, pero no por ser cliché dejan de ser bellas, y en ocasiones la simple belleza de los encantos comunes y corrientes está más cerca de lo que nosotros mismos creemos.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Bendito Ocio

Supongo que debe ser está sociedad competitiva que todo lo mide en términos productivos la que ha convertido a la ociosidad casi en un pecado capital. 
Muchos de nosotros tenemos nuestras agendas laborales repletas de reuniones, viajes y demases por las próximas semanas e incluso meses; y no pasa muy distinto con nuestros días libres están reservados para almuerzos familiares, paseos, celebraciones y otros, al punto que pasar sábados y domingos sin hacer nada es casi como tener un fin de semana perdido. 
Crecimos escuchando que la ociosidad es la madre de todos los vicios, pero en los trabajólicos tiempos actuales la falta de ociosidad a engendrados vicios peores. 
Ocio y pereza definitivamente no son sinónimos, y pasar toda una tarde tendido en una hamaca en medio de un huerto bajo los cálidos rayos solares del valle del Elqui pueden ser el mejor negocio (nex ocium) a realizar.

domingo, 12 de agosto de 2012

Tejuelas


Recuerdos de una época de materiales nobles, hechos a mano, únicos y no producidos en serie, de hogares construidos por sus propios dueños y no de casas prefabricadas disponibles al mejor postor.
Su uso se remonta a la más antigua tradición huilliche cuando estos cubrían sus rukas con trozos de corteza extraída de los alerces derribados por la acción de los vientos y el paso de los siglos. Quizás y de esta forma se conectaban con sus árboles tutelares y extendían de alguna forma las ya milenarias existencia de estos.
Con la llegada de los colonos europeos los trozos de corteza fueron reemplazados por tejuelas de perfectas formas, cada una distinta de la anterior y aunque el perfeccionamiento de las herramientas de corte llevo a que estas pudieran ser producidas en forma algo más masiva aún así deben ser clavadas una a una en su lugar definitivo.
Quizás todo lo anterior lleva a que los habitantes de Chiloé sientan una especial conexión con sus hogares, hechos con sus manos. Quizás eso también explica el origen de las “mingas”, tradición única en donde la comunidad traslada una casa arrastrándola con yuntas de bueyes desde sus cimientos desde un lugar a otro de la isla.
Para nosotros es más fácil, basta con mudarnos de un departamento a otro o proteger nuestros hogares con cubiertas prefabricadas, usualmente una casa no es muy distinta de otra.

lunes, 6 de agosto de 2012

Atardeceres Rojos

Necesitamos los siguientes ingredientes:
.-Un obstáculo natural (montaña, cerro, etc) que nos tape el punto exacto donde se pone el sol.
.-Cielos nublados en un 90%, idealmente matizados entre nubes grises y blancas.
.-El 10% de cielo despejado debe ubicarse justo en el horizonte.
.-Vientos suaves que generen ciertos arreboles.
.-Ideal es la presencia de algún espejo de agua.
Si cuenta con dichos ingredientes tome asiento, sírvase un vaso de su brebaje preferido y espere porque se viene un rojo atardecer.

domingo, 29 de julio de 2012

Night Life


Hay quienes dicen que la prostitución es el oficio más antiguo del mundo, ciertas feministas dirán que en realidad ese título les corresponde a los proxenetas. Lo cierto es que desde las vírgenes vestales de la Roma antigua, pasando por las cortesanas del Medievo, los cabarets parisinos de la Belle Epoque, y hasta nuestros días no hay urbe en el mundo que no haya tenido un célebre barrio rojo.
La famosa bohemia, e incluso la actividad intelectual, de ciudades como París, San Francisco, Lisboa, Buenos Aires o Valparaíso, tuvo su origen en la abundancia de casas de citas en donde época tras época se ha sucedido la imagen, propia de videoclip de Aerosmith, del tipo atormentado por su pasado, suerte de poeta maldito, que bebe su Jack Daniel mientras contempla el cadencioso baile de una mujer.
Algunos dirán que la existencia de estos lugares se debe tan solo a la interacción de dos fuerzas tan poderosas como son el sexo y el dinero. A simple vista así parece, pero quizás lo que realmente ha permitido que ciertas instituciones se mantengan a lo largo de la historia, y que se encuentren más vigentes que nunca hoy en día, es simplemente que quizás necesitamos de algún lugar donde se pueda comprar fantasía, seducción y algún sucedáneo de amor.

lunes, 23 de julio de 2012

Isabel


No debe ser fácil vivir en medio del altiplano a más de cuatro mil metros de altura por más que el cuerpo esté acostumbrado a la baja presión atmosférica. No debe ser fácil soportar diariamente casi cuarenta grados de variación térmica entre los diez grados bajo cero de la madrugada y los treinta grados del mediodía, y me parece que no hay cuerpo que logre acostumbrarse bien a ello. Tampoco debe ser fácil vivir en compañía de unas cuantas llamas y sabiendo que en caso de cualquier emergencia el centro de atención médica, o incluso el almacén más cercano, se encuentra a varias horas de camino.
No debe ser fácil vivir en un caserío como Machuca, pero por alguna razón Isabel decidió permanecer allí. Y es que quizás lo realmente difícil es abandonar la tierra que te vio nacer, en especial para una licanantay (gente de la tierra). Y quizás es preferible pasar cada tarde conversando con las cuatro personas con las que comparte su caserío que vivir en medio de una moderna urbe sin conocer a ninguna de las personas que se dicen sus vecinos. Y quizás es mejor autoabastecerse de la humilde huerta y de lo que le entregan sus animales que vivir preocupada de algo tan inentendible para ella como es la inflación del precio de los alimentos.
Para ella los días transcurren simples y perfectos. Avivar el fuego por la mañana, disponer en su puesto sus artesanías, esperar la llegada de los gringos que cada día pasan por Machuca a su regreso de los geysers del Tatio, comerciar sus creaciones y por la tarde tejer nuevos gorros y mantas mientras comparte un mate de coca de con sus vecinos.
Frente a las cámaras las reglas son claras: solo la pueden fotografiar aquellos que hayan comprado algo en su puesto y a mí el trato me parece justo, de esa forma ella vendió uno de sus sombreros de lana de llama, yo tengo un recuerdo para obsequiar a mi hijo y ustedes pueden conocer a Isabel.

sábado, 21 de julio de 2012

Atardeceres Nerudianos (Republicación del 10/07/09)


Fácil de describir, sencillamente un hermoso atardecer estival en la Roca Oceánica, santuario de la naturaleza y refugio de enamorados a medio camino entre los balnearios de Reñaca y Concón en el litoral central de Chile. La silueta de la derecha, también fácil, una gaviota; la de la izquierda un poco más compleja: la bandera elegida para sí mismo por el poeta Pablo Neruda, dos círculos armilares con un pez en su interior en donde algunos creyeron ver algún animal místico y en donde el vate tan sólo veía un “pescado frito”.Neruda se ha convertido en una suerte de emblema del orgullo patrio para mis connacionales, mencionado hasta el cansancio en cuanta ceremonia cultural se desarrolle y en toda suerte de conversación de corte intelectualoide, en especial si hay extranjeros presentes. No es que no se merezca ese sitial porque es suyo de sobra, pero no es menos cierto que la mayoría de los chilenos lo conocemos casi exclusivamente por frases como “Puedo escribir los versos más tristes esta noche…” o “Me gustas cuando callas porque estás como ausente…”.Gabriel García Márquez lo recordará como “el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma”, y Harold Bloom dirá de él que “ningún poeta del hemisferio occidental de nuestro siglo admite comparación con él”. Algunos lo recordarán por su grandeza realizando esfuerzos sobrehumanos para ofrecer asilo en nuestro suelo a los refugiados de la Guerra Civil española, tal vez como una forma de saldar la deuda de lo que no pudo hacer por su amigo García Lorca. También algunos lo recordarán por su pequeñez, permaneciendo como un padre completamente ausente para su única hija enferma de hidrocefalia al punto de ni siquiera asistir al funeral de esta.Pablo Neruda era sencillamente un ser humano, lleno de luces y sombras, certezas y contradicciones, pero por sobre todo un hombre continua y permanentemente enamorado, no de una mujer en particular como dan prueba sus tres matrimonios y numerosas amantes, sino que enamorado del estar enamorado.Más allá de cómo lo describan sus biografías y lo que los textos hablen de él, creo que lo justo es recordar a Neruda de la forma en la que él quiso ser recordado, tal como lo escribió en el verso que más tarde se convirtiera en su propio réquiem, el mismo que les comparto: un fragmento de “Pido Silencio”.
“Ahora me dejen tranquilo
Ahora se acostumbren sin mí.

Yo voy a cerrar los ojos
Y sólo quiero cinco cosas
Cinco raíces preferidas.
Una es el amor sin fin.

Lo segundo es ver el otoño.
No puedo ser sin que las hojas
Vuelen y vuelvan a la tierra.

Lo tercero es el grave invierno.
La lluvia que amé,
La caricia del fuego en el frío silvestre.
En cuarto lugar el verano
Redondo como una sandía.

La quinta cosas son tus ojos,
Matilde mía, bienamada,
No quiero dormir sin tus ojos,
No quiero ser sin que me mires,
Yo cambio la primavera
Por que tú me sigas mirando.
Amigos, eso es cuanto quiero,
Es casi nada y casi todo…”

Sencillamente hermoso,…

martes, 17 de julio de 2012

El Botero de Gatti


“Cuando tenga un millón, cuando seamos ricos 
Me compraré zapatos, te compraré un vestido 
Te llevaré al paseo donde pasan los gringos 
Y compraré una caja entera de cigarrillos. 


 Agua al agua, la lluvia sobre el río 
Agua al agua, la lluvia sobre el río. 


 Cuando tenga un millón descansaré el domingo 
A la deriva total que apuro tienen los ricos, 
Cuando tenga un millón, cuando seamos ricos, 
En la proa descalzo te quitaré el vestido.” 

Recuerdo que a mis trece o catorce años luego de arribar al liceo público donde estudié la secundario descubrí un mundo completamente distinto al que conocía en el colegio privado y clerical donde había pasado mis años de primaria. Conceptos como cesantía, injusticia social, pobreza y otros comenzaron a tomar cuerpo y empecé a conocer ejemplos concretos de ellos. También cambiaron mis gustos musicales, por cierto seguí escuchando el rock latino tan en boga en aquellos años, pero descubrí a Silvio, Milanes, Inti Illimani y entre todos ellos a Gatti. 
Una tarde escuchaba en mi radio AM el mítico programa dimensión latinoamericana de la radio Recreo cuando allí presentaron El Botero de Eduardo Gatti y creo que fue quizás la primera canción a la que presté atención a su letra. Por las siguientes horas no dejaba de darme vueltas en la cabeza la letra. Como desde la perspectiva de la pobreza un millón (en ese entonces unos U$ 10.000) parece una cifra capaz de cubrirlo todo; como el botero en su ternura solo quería acceder a cosas sencillas y comunes, pasear, dejar de comprar cigarrillos sueltos, descansar un día domingo; pero por sobre todo me llamó la atención el juego entre el segundo y último verso, ya teniendo zapatos y vestido se podían dar el lujo de no usarlos. 

Resulta curioso que a la vuelta de más de veinte años haya sido mi hijo el que también comenzó a descubrir la dulzura de la poesía en una canción de Gatti, en esta ocasión “Estrellas, Caballos, Centellas” , pero dicha canción da para otro post.

domingo, 8 de julio de 2012

Angus


Un día mientras Angus, el dios celta del amor, dormí vió en sus sueños a una joven bellísima de la que se enamoró perdidamente. El sueño se repitió una y otra vez hasta que el joven dios terminó enfermándose de amor.
Durante un año entero viajó junto a su padre por toda Irlanda biscando a la joven hasta que la encontró en un lago acompañado de otras ciento cuarenta y nueve doncellas. Allí supo que la muchacha se llamaba Caer, hija del rey Ethal.
Angus no dudo un segundo en pedir la mano de su amada al noble rey, pero este aceptó siempre y cuando el dios del amor regresara al lago el 1 de noviembre y reconociera a Caer de entre las otras muchachas al primer intento.
El 1 de noviembre Angus regresó al lago Boca de Dragón y allí descubrió que las ciento cincuenta doncellas se habían transformado en cisnes, pero sin dudarlo un segundo reconoció a Caer y transformándose a si mismo tambipen en cisne se acercó a cortejar a la mozuela quien en seguida correspondió su amor.
Ambos entonces volaron a Brug na Boinne, el palacio de Angus, entonando una melodía tan hermosa que sumió en un bello sueño de tres días a todos aquellos que la escucharon.