jueves, 5 de agosto de 2010

De Cara al Sol

Me he dado cuenta que siempre he vivido mirando al oriente, quiero con esto decir que al igual que en la casona de la fotografía, ubicada en el Cerro Alegre de Valparaíso, la puerta principal y los ventanales de mi hogar apuntan hacia el lugar donde sale el sol. Igual cosa ocurría con la casa que perteneció a mis padres y no es cuestión que mi familia siga metódicamente los principios del feng shui o algo por el estilo sino que ha sido más bien fruto de la casualidad.
El punto es que toda mi vida cada mañana luego de correr las cortinas he visto el sol entrar con fuerza por las ventanas y adueñarse de cada rincón de mi hogar. No concibo un desayuno sin luz como tampoco salir por la mañana sin que esta me encandile. En mi pequeño orden cósmico el sol parte por iluminar los rosales del jardín y se esconde sumiendo en las sombras el patio trasero.
Que distinto ha sido entonces el diario vivir de mis vecinos al otro lado de la calle, para ellos el sol nace a sus espaldas y se oculta frente a su puerta.
Quizás todo lo anterior sea en verdad algo intrascendente, pero como en esta ¿en cuántas otras cosas puede ser diferente la vida a tan solo diez metros de distancia?

13 comentarios:

Mónica PG dijo...

La alegría y la vida que transporta la luz solar todo lo cambia. Tanto, que mientras que para unos el día comienza con un sol sonriente, para otros la vida no es más que una sucesión de amaneceres grises. Y no puede ser lo mismo para unos que para otros.

Un abrazo

Ligia dijo...

Pues tienes razón, puede ser muy diferente la vida a tan solo pocos metros de distancia. Afortunadamente, por aquí tenemos mucho sol y mucha luz. Abrazos

Patricia González Palacios dijo...

Que linda descripción, me llevó a aquellos libros costumbristas que me encantan, creo que es una maravilla recibir la luz del sol, da energía , a mi me falta en casa, y añoro cuando se va el invierno porque la luz cambia y entra de nuevo. Yo creo que a menos distancia también es diferente, a veces en ti brilla el sol y en el que esta al lado hay una gran nube negra, no crees. un gran abrazo

Belén dijo...

Ostras... yo creoque siempre he vivido mirando al sur... no sé si es por buscar el sol que más calienta o que...

(Investigaré)

Besicos

Alís dijo...

Nunca tuve conciencia de hacia qué punto cardinal vivía hasta que llegué a Chile. Quizá un poco tarde para notar conscientemente los efectos de la luz en mi carácter.
Por muchos años la luz del sol simplemente llegaba, sin un origen claro. De arriba, eso sí. Por el patio de luces o la calle. De repente me vi ante un ventanal que miraba al norte, pero tan bien ubicado que, además de la ciudad a mis pies, veía el amanecer y el atardecer.
Estoy segura de que sí influye en cómo somos, en cómo vemos la vida. Quizá sea la explicación de mi noctambulismo.
Luis, qué bonito escribes y qué bonito lo que dices. Me encanta pasarme por aquí.

Besos

Priscila dijo...

Muy agradables tus reflexiones ! Yo también tengo la suerte de desayunar con sol !! Y tengo la manía de abrir de par en par todas las ventanas, para que toda la casa sienta esa tibieza tan especial en esta época. Por algo dicen que el sol es el poncho de los pobres :). Me encanta tu blog, cada vez que puedo me hago una pasadita! Saluditos patagónicos!!

Ana dijo...

El sol ha sido y será siempre el sol. Sólo eso. Vos, yo, también. Lo demás es todo una hermosa construcción que hacemos sobre él, sobre cada uno de quienes nos toca interactuar. Un invento cotidiano.
Desde lo personal, por el feng shui, porque me gusta, porque lo elijo así, tus palabras siempre me llegan por el este, junto al sol. Y eso marca una diferencia.
Un abrazo

Unknown dijo...

todo es posible a pocos milímetros y a miles de kilómetros, así que yo como vos tomo el desayuno con el sol mirándome desde mi jardín,
y mi frente recibe la ultima claridad, una casualidad tal vez dentro de las casualidades posibles
un abrazo

Zayi Hernández dijo...

Nunca he sido partidaria de creer en nada...sólo en Dios y porque como dicen, si no existiera, haría falta inventarlo, pero lo cierto es que cada vez que cambio los muebles de la casa de posición algo bueno pasa. Alguien me dijo que era la energía que fluía, yo creo que es la energía de uno la que fluye...somos nosotros los que nos predisponemos a recibir las bendiciones.
Un besito.

Ledeska dijo...

Siempre es hermoso que el sol entre por cada rincon de nuestra casa.. te da para pensar, soñar, analizar, en fin.... bella casa por cierto...

ledeska

Alimontero dijo...

Querido Luis, dime si no es maravilloso así...pues a mi me ha pasado igual que a tí...y eso por supuesto repercute en el carácter, en tu estado de ánimo y tus emociones....
siempre tengo luz.. incluso nuestra casa actual...la construimos así....;-)

Nada es casual... lo sabes!
Un gran abrazo con el sol en mis manos y en mis brazos!

Ali

pepa mas gisbert dijo...

Esperaremos las casas inteligentes, aquellas que según la época del año y la situación del sol, se mueven. Una pasada

Camila dijo...

Para comenzar el día un rayo de luz que ilumine con calidez los rincones de la mente, de frente y abiertamente. Para acabarlo, la penumbra para los suspiros y la luz enrojecida de una puesta de sol, el ascua que encienda nuestra imaginación y la purifique.

El sol sale todos los días. A veces las nubes no nos dejan sentirlo.