martes, 5 de noviembre de 2013

Licancabur y Quimal

Los abuelos en Atacama saben bien que los volcanes son antiguos guerreros y los cerros son hermosas doncellas. El padre de todos ellos es el anciano e iracundo Lascar, el volcán más activo de Los Andes; de entre los jóvenes los más gallardos eran los hermanos Licancabur yJuriques, iguales en fuerza y bravura, quienes vivían junto a Quimal, la más hermosa de las doncellas quien solía adornarse con las joyas de plata que forjaba en su interior. 
Ambos jóvenes pretendían el amor de Quimal pero esta entregó su corazón a Licancabur. Esto terminó por despertar la furia de Juriques. Su hermano era el favorito de Lascar, además los licanantay, el pueblo de las alturas, lo habían nombrado su protector y constantemente depositaban ofrendas a la Pattaohiri, la madre tierra, a sus pies. 
Ciego de despecho y deseo Juriques intentó poseer a Quimal por la fuerza y aunque no lo logró cuando Licancabur se enteró de lo sucedido de un solo golpe de su masa decapitó a su envidioso hermano quien desde entonces pasaría a ser llamado el descabezado. 
Lo acontecido perturbó la paz en las alturas andinas, los demás volcanes exigían con furia justicia para su hermano muerto y aunque Lascar entendía las razones de su hijo tomó la decisión de enviar a Quimal al destierro cien kilómetros al poniente solitaria en medio del desierto, al otro lado del mar de sal. 
Por eso si hoy visitan San Pedro de Atacama verán erguido protegiendo al pueblo al poderoso Licancabur, a su lado a Juriques descabezado y junto a ellos una enorme explanada vacía donde alguna vez habitó Quimal; y si miran al oeste, al otro lado del Salar de Atacama, verán a la joven solitaria coronando la cordillera de Domeyko. 
Pero la distancia no menguó en nada el amor de Licancabur y su tristeza logró ablandar el corazón de Lascar quien concedió al joven guerrero el pasar una noche al año en compañía de su amada. 
También por eso cada año al amanecer posterior al solsticio de invierno verán que la sombra de Licancabur cubre por completo el cuerpo de Quimal, y es este acto de amor el que marca el inicio del año nuevo licanantay.

1 comentario:

Alís dijo...

Qué hermosa leyenda.

El solsticio de invierno (que coincide con el solsticio de verano en mi tierra) es una noche muy especial. Acabas de darme otra razón para pensar así.

Un abrazo