martes, 12 de junio de 2012

Slide

Alguna vez tuve la agilidad para montarme en una tabla de surf, alguna vez tuve el físico para calzar un traje de neopreno y alguna vez tuve el cabello para lucirlo largo y decolorado por el sol y la sal.
Reconozcamoslo, hoy en día difícilmente me podría mantener unos segundos en pie sobre la referida tabla y un apretado traje elasticado me haría parecer más a un elefante marino que a uno de los protagonistas de "Punto de Quiebre".
Hay quienes dicen que es una filosofía, un estilo de vida, otros que se trata de conectarse con la naturaleza y otros que es solo una forma de llamar la atención de las féminas. Algo de cierto hay en todo ello pero la verdadera razón que impulsa a montar una ola es sencillamente deslizarse por la vida, avanzar a máxima velocidad mientras todo queda atrás sin necesidad de impulsos o esfuerzos.
Lamentablemente no se puede vivir la vida entera en la cresta de la ola.

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