Heredé de mi familia una relación bastante conforme con la muerte basada en el pragmático hecho de que la gente nace, vive y muere. Tengo muy vagos recuerdos de algunos de mis padres visitando la tumba de mis abuelos y quizás por lo mismo rara vez voy al cementerio donde está mi viejo.
Alguna vez descubrí una vieja cruz de madera en medio de una isla en los fiordos de la Patagonia, sin inscripciones, sin nombres, y me pareció el lugar ideal para finalizar el camino.
1 comentario:
Mi caso es diferente, soy de ir regularmente al cementerio a llevar flores a mis padres, quizás porque desde que era muy chiquita acompañaba a mi madre a "visitar" a los suyos.
Cada uno hereda lo que vivió de pequeño, no?
Me gustó mucho esa cruz, no obstante tbn me parece muy buena manera de finalizar el camino.
Abrazos Luis
REM
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