Cuando el padre Gustavo Le Peige vio una extraña formación de rocas de sal siguiendo el camino de los caravaneros al interior del Valle de la Luna le pareció observar a tres mujeres rezando por lo que bautizó la escultura pétrea como “Las Tres Marías”.
Lo interesante es que cada vez que he estado allí ni yo ni el resto de quienes visitan el lugar logran ver a las tres mujeres rezando sino que cada quien interpreta las imágenes según su criterio.
Es comprensible que la percepción del padre Le Peige se haya visto influenciada por su condición de religioso, a fin de cuentas en muchas ocasiones la naturaleza es un gigantesco test de Rocha en donde no hay respuestas correctas ni tampoco erróneas sino que cada quien ve lo que lleva en su interior.
1 comentario:
Rocha en gallego es roca, así que en este caso lo del test de Rocha le va al pelo.
Menos mal que tú tampoco ves a las mujeres rezando, porque yo ni remotamente. Pero sí es divertido buscar formas en las rocas (como en las nubes). Yo lo hacía de niña con mis primos en el pueblo. Había un campo que era una mina (de minería, no de mujer), con su ballena, su trono del rey y otras maravillas que, curiosamente, todos coincidíamos en ver.
Un abrazo
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