Gonzalo Yáñez es un tipo con voz melodiosa, autor de temas rompe corazones y dotado de una facha de galán de película adolescente, ósea todo lo que cualquier productor de pop necesita para crear una estrella fugaz. Si a esto sumamos su rol musicalizando series juveniles y manejando la dudosa carrera artística de la Paris Hilton chilena, resultaba casi obvio que terminara convirtiéndose en el ícono del pop desechable.
Entonces dio un giro a su carrera, dejó las grabaciones de lado y se unió como guitarrista a la banda de Jorge González, máximo símbolo del rock nacional.
Este camino ya lo siguieron antes músicos de la talla de Fito Paez o Pedro Aznar quien en su momento pusieron un alto a sus promisorias carreras para unirse como músicos a las giras de Charly García, senda que Aznar continuaría en la banda de Pat Metheny. De estos procesos ambas estrellas argentinas salieron fortalecidos y pavimentaron el camino a ser las tremendas luminarias que son en la actualidad.
Como “dime con quién andas y te diré quién eres” los mismos que tiempo atrás criticaban a Yáñez hoy lo consideran uno de los más destacados músicos nacionales (si bien el muchacho es uruguayo radicado en Chile), y quienes antes lo veían como un símbolo del pop hoy lo aprecian como un legítimo exponente del rock; y obviamente en ello se nota el influjo de Jorge González, a fin de cuentas “quien a buen árbol se arrima, buena sombra lo protege”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario