jueves, 15 de julio de 2010

Picardía

El baile existe desde antes de la invención de la escritura, quizás incluso antes del descubrimiento del fuego o la creación del leguaje. En la actualidad contamos danzas artísticas, religiosas, ceremoniales o simplemente festivas. Bailamos cuando estamos contentos y también cuando queremos conquistar, y es que en su más pura esencia y en todas las culturas el baile ha sido un juego de seducción.
Así es la “cueca”, la danza nacional de los chilenos, un juego de seducción, quizás no tan elegante como el tango o tan cadenciosa como la salsa, pero comparte un mismo fin agradar, conquistar y enamorar.
Nació a finales de la colonia e inicios de la república en las chimbas, los barrios populares de Santiago, como una respuesta a los bailes de salón de las clases acomodadas. Aunque sería difícil de explicar sus movimientos coreográficos a quienes nunca la han visto basta con decir que en su esencia busca imitar el cortejo de las aves de corral, en especial del gallo y la gallina. El hombre da círculos alrededor de su pareja enarbolando su pañuelo al viento, acercándose en forma sorpresiva para luego alejarse haciendo gala de sus dotes de bailarín y su elegancia, ya hacia el punto culmine da muestras de su virilidad zapateando fuertemente el suelo y corriendo a ofrecer el brazo a su compañera. En el caso de la mujer, que en la cueca recibe el nombre de “china” esta tan solo se dedica a ser cortejada, se mueve cadenciosamente en un punto central, oculta su rostro con su pañuelo, esquiva las embestidas de su pareja pero nunca rehúye su mirada, sus ojos siempre están puestos en su acompañante indicándoles con ellos si se siente realmente halagada. Esto es lo que en Chile llamamos mirada pícara, esos cautivantes ojos que necesitas descifrar, que pueden estar dando su aprobación a la más alocada pasión o tan solo aceptando una breve conversación una vez acabado el baile, allí se encuentra la esencia del baile, más allá de la precisión en la coreografía o las habilidades del danzante, en ojos llenos de picardía.
La historia finaliza cuando llegados los acordes finales la “china” corre grácilmente a tomar el brazo de su pretendiente y le saludo con una sutil reverencia.
Una de las cosas que más me cautiva de la cueca es que es el más democrático de los bailes, tan solo se necesitan las ganas, un pañuelo y una mujer a la que agradar.

11 comentarios:

Ana dijo...

Miren qué picaro el Chileno, nos hice bailar una cueca casi sin darnos cuenta, prendidos a sus ojos nomás...
Y qué bonita nos sale!

Luis, como siempre un gustazo, con cueca o sin cueca llegar por aqui. Te abrazo

Patricia González Palacios dijo...

Yo debo reconocer que si hay algo que me encanta, es un huaso con sus botas y espuelas bien puestas y su manta al hombro, despierta todas las pasiones, como dice Ana siempre es un gusto venir por aqui, un beso paty

Alís dijo...

Sí que hay cierta pose de cueca en esa fotografía, que imagino tomada al azar (lo que la convierte en más encantadora).
Conozco la cueca, he intentado aprender a bailarla (poco recuerdo ahora), pero tu explicación me ha permitido entenderla mucho mejor. Seguro que en el próximo curso acelerado que haga me servirá para memorizar mejor sus pasos y para poner más sentimiento al bailarla.
Como siempre, un placer visitarte.

Besos

Anónimo dijo...

los bailes son peligrosos..

Rembrandt dijo...

No sabía bailar la cueca pero después de esta clase magistral que nos diste creo que hasta me animo a salir a la pista (así se dice?) jejeje.
Te cuento algo más , no sé bailar tango, una verguenza total lo mío, aunque en mi defensa te digo que no es fácil , hay muchos argentinos que no hemos aprendido todavía, pero bueh supongo que algún día podré hacerlo.

Besos para vos.
REM

AMOR dijo...

A mi me encanta montar y los vaqueros, por lo que me voy prendada hoy con tu baile.
BESAZOS AL SON DE LA MUSICA!!!!!!

pepa mas gisbert dijo...

Porque como en todo, es en la sencillez donde se encuentra lo verdadero.

Voy a ver si encuentro una cueca en video, quiero ver.

Alimontero dijo...

Luis, personalmente me encanta la cueca! En el colegio le enseñaron a mis hijos y cuando los ví me dije, yo no puedo no bailarla.. mi padre me la enseñó y me encanta!
Cuando siento unas espuelas, una guitarra y un arpa, mis pies se van solos....uiiiiiiiiiiija!!

Preciosa y pedagógica entrada!!

Besos y una bella semana con ritmo!

Ali

Ursula dijo...

Luís...

como decís el baile existe desde que el hombre descubrió la magia del movimiento y cada género tiene su lenguaje personal y único... cada uno conlleva toda una ceremonia de acercamiento... me encanta como describiste la cueca... sensualidad y miradas que hablan...

precioso!!!

hermosos días amigo querido!!

beso!!

(en mi galería tengo un Diploma para vos, que es una caricia para el alma... es el Nº 25... pasa a buscarlo cuando quieras... te lo ofrezco con todo cariño)

MaLena Ezcurra dijo...

A girar con el bailecito!!

Precioso querido compañero.


Beso.

Mayte Llera (Dalianegra) dijo...

Pue ya es casualidad, porque justamente hoy he visto una película chilena, "Sub terra", ambientada en un pueblo minero a comienzos del s. XX, donde, sino me equivoco, en un balile campestre, se bailaba la cueca, pues los hombres utilizaban un pañuelo. Mira por dónde, hablando del rey de Roma...Otro besito, amigo Luis.