Hace casi una década la Catedral Metropolitana de Santiago, presente en la fotografía, fue sometida a un completo trabajo de restauración estructural y patrimonial. Era conocido que durante la época de la colonia más de algún clérigo de relativa importancia había sido sepultado en su interior, lo que nadie esperaba era descubrir en su subsuelo el cadáver de don Diego Portales y Talavera, ministro de estado de la primera mitad del siglo XIX considerado uno de los padres fundadores de nuestra República y quien fuera asesinado durante una revuelta en su contra ya que de acuerdo a la información histórica hasta entonces existente su cuerpo había sido arrojado a una fosa común por sus ejecutores.
Para los objetivos de esta entrada lo anterior es sólo un dato anecdótico pero para complementarlo les contaré que posteriormente a los restos de Portales se les dio un funeral de estado y fueron trasladados a un mausoleo en el Cementerio General santiaguino.
De acuerdo a una serie de informaciones aparecidas tanto en la prensa nacional como internacional al parecer el cadáver de uno de nuestros próceres no es lo único oculto y en descomposición que se mantiene en el subsuelo de la iglesia. La palabra pedofilia ha venido a ser una inquietante y constante problemática para las autoridades católicas en los más variados lugares del planeta.
Está de más decir que las desviaciones de uno cuantos sacerdotes no implican que la iglesia en su conjunto sea participe de tan repudiable acto, sin embargo la actitud pasiva del clero frente al preocupante tema es lo que los hace al menos “pecar por omisión”.
Me queda la sensación de que la iglesia desde sus más altas esferas hacia abajo ha tratado de remitir las investigaciones a los sacerdotes acusados de abusar de menores al ámbito del derecho canónico, como si sus sanciones fueran suficientes como medio de castigo del victimario y de reparación de la víctima, deseando ignorar que aunque los integrantes del clero son miembros del estado Vaticano también están sometidos a la justicia penal de los países donde se desempeñan.
Otro elemento molesto es que la iglesia ha participado de los procesos, ya en el ámbito penal, como un mero observador sin hacerse parte del asunto y como si esto fuera una simple demanda entre particulares. En ese sentido por ejemplo si una enfermera es violada en un hospital público por un médico no es sólo la afectada la que denuncia el hecho e interpone una demanda sino que también la dirección del hospital e incluso el Ministerio de Salud participan como patrocinantes de las acciones legales que haya que llevar a cabo. Siguiendo esta línea les comentó que en la actualidad tan sólo en los tribunales chilenos existen al menos una veintena de investigaciones abiertas por abuso y violación de menores y de ninguna de ellas la iglesia como institución se ha hecho parte, incluso por el contrario en ocasiones parecieran querer obstaculizar el accionar de las fiscalías.
Se puede perdonar y dar segundas oportunidades al cura párroco que robó dinero de las limosnas, pero frente a denuncias serias de pedofilia debería ser la iglesia antes que nadie la que alejé al susodicho de su cargo y ponga toda la información a disposición de las policías. Y es que hechos tan graves como el abuso de menores, en especial cuando se ejerce desde una posición de autoridad, es un delito para el que en mi opinión no hay ni perdón ni olvido.
Hace un par de semanas consultado sobre el caso el Cardenal y Arzobispo de Santiago Monseñor Francisco Javier Errázuriz, el mismo que canta misa cada domingo en la iglesia de la fotografía, señaló textual: “Es cierto que han habido algunos casos de pedofilia, pero son poquitos gracias a Dios”….. ¿Gracias a Dios? Creó que ningún dios desee recibir esa clase de acción de gracias.
Para los objetivos de esta entrada lo anterior es sólo un dato anecdótico pero para complementarlo les contaré que posteriormente a los restos de Portales se les dio un funeral de estado y fueron trasladados a un mausoleo en el Cementerio General santiaguino.
De acuerdo a una serie de informaciones aparecidas tanto en la prensa nacional como internacional al parecer el cadáver de uno de nuestros próceres no es lo único oculto y en descomposición que se mantiene en el subsuelo de la iglesia. La palabra pedofilia ha venido a ser una inquietante y constante problemática para las autoridades católicas en los más variados lugares del planeta.
Está de más decir que las desviaciones de uno cuantos sacerdotes no implican que la iglesia en su conjunto sea participe de tan repudiable acto, sin embargo la actitud pasiva del clero frente al preocupante tema es lo que los hace al menos “pecar por omisión”.
Me queda la sensación de que la iglesia desde sus más altas esferas hacia abajo ha tratado de remitir las investigaciones a los sacerdotes acusados de abusar de menores al ámbito del derecho canónico, como si sus sanciones fueran suficientes como medio de castigo del victimario y de reparación de la víctima, deseando ignorar que aunque los integrantes del clero son miembros del estado Vaticano también están sometidos a la justicia penal de los países donde se desempeñan.
Otro elemento molesto es que la iglesia ha participado de los procesos, ya en el ámbito penal, como un mero observador sin hacerse parte del asunto y como si esto fuera una simple demanda entre particulares. En ese sentido por ejemplo si una enfermera es violada en un hospital público por un médico no es sólo la afectada la que denuncia el hecho e interpone una demanda sino que también la dirección del hospital e incluso el Ministerio de Salud participan como patrocinantes de las acciones legales que haya que llevar a cabo. Siguiendo esta línea les comentó que en la actualidad tan sólo en los tribunales chilenos existen al menos una veintena de investigaciones abiertas por abuso y violación de menores y de ninguna de ellas la iglesia como institución se ha hecho parte, incluso por el contrario en ocasiones parecieran querer obstaculizar el accionar de las fiscalías.
Se puede perdonar y dar segundas oportunidades al cura párroco que robó dinero de las limosnas, pero frente a denuncias serias de pedofilia debería ser la iglesia antes que nadie la que alejé al susodicho de su cargo y ponga toda la información a disposición de las policías. Y es que hechos tan graves como el abuso de menores, en especial cuando se ejerce desde una posición de autoridad, es un delito para el que en mi opinión no hay ni perdón ni olvido.
Hace un par de semanas consultado sobre el caso el Cardenal y Arzobispo de Santiago Monseñor Francisco Javier Errázuriz, el mismo que canta misa cada domingo en la iglesia de la fotografía, señaló textual: “Es cierto que han habido algunos casos de pedofilia, pero son poquitos gracias a Dios”….. ¿Gracias a Dios? Creó que ningún dios desee recibir esa clase de acción de gracias.
14 comentarios:
Ultimamente han saltado a la vista de todos demasiados casos como para que sigamos en esta actitud permisiva...Cuando oí al vaticano decir que debíamos olvidar los casos de pedofilia, senti como se me revolvía todo el estómago. Recientemente he oído de boca de un obispo en un programa radial algo que no termino de digerir "Es que hay niños que van por la calle provocando"...¿Provocando? ¿A quién pedazo de enfermos exual?...si te provocan es porque tienes la mente sucia...Nunca he visto a un niño provocar a una persona adulta y nunca he visto a un adulto mentalmente sano que se sienta intimidado o provocado por un niño.
Yo no sé si la justicia es justa o que, pero te digo Luis, a mi me tocan a alguno de mis hijos y yo no espero a la justicia, yo misma les amputo lo que tenga que amputarle y se los hago tragar para que vean lo que se siente... y luego que el condescendiente Dios del que ellos se burlan, me perdone a mi.
Un besito.
Hermosa foto, triste historia la que puede terminarse de conocer... y es que los inocentes, siempre hablan... tarde o temprano, vivos o muertos...
Solo digo que no soy creyente, pero con el paso de los años me he dado cuenta que ellos quemaban a la gente y ahora quieren que olvidemos lo sinverguenzas que han sido toda una vida.
Me gustaria que pagaran por todo el daño que ha causado, pero no solo los de años atras, tambien los reciente, ellos se casan con dios y se creen con el derecho de tirarse a todos sus subditos.
Una entrada muy interasete.
La Iglesia fue poder, y como tal se corrompió, vete tu a saber lo que esconde por debajo de esas paredes en aquella época y en la nuestra...
Besicos
Que poquitos y que nada!!, estoy apestada y asombrada de ver tanto sinismo y que la gente sea tan ciega y justifique lo injustificable. Tengo muchas amigas que se les ha venido el mundo abajo con los últimos acontecimientos, y es increíble ver que más que una adoración a Dios , parece una adoración a los padres, perdiendo el orden de las cosas. Y cuantos más irán apareciendo, entre pedófilos y homosexuales, yo en la iglesia no creo ni tantito hace rato. Besitos
como conjunto temeroso de nuestros destinos, grandes bloques de nuestra sociedad y en todas las épocas, se le dio la potestad a instituciones que garantizasen la eternidad para librarnos de los temores y así morir en paz, y no hubo condiciones solo eternidad he injustica, un niño abusado es suficiente para condenar socialmente y judicialmente a los hombres y mujeres responsables y a las instituciones que los acogen y resguardan al fin y al cabo resguardándose a sí misma, como especie solo me queda desear que aprendamos a morir sin temores, para no tenerlos tampoco ante las aberraciones constantes de las instituciones religiosas,
un abrazo
Lei sobre este tema un artículo que me hizo ver porqué a estos hombres (no me gustan otorgarles la distinción de curas) se amparan en la ley bajo el alerón de otros hombres también, que tienen que ver con la Iglesia y su poder.
Por si a vos o a otro le interesa va link.
http://www.argenpress.info/2010/04/abusos-sexuales-en-la-iglesia-y-su.html
Creo que la respuesta final es para pegarle una buena patada en los huevos. No se me ocurre otra cosa en estos casos, para empezar.
Un abrazo Luis
Llueve en Las Grutas.
Dedico cada gota de lluvia y las mias propias a cada cada menor abusado. Qué vayan como bálsamo a las heridas que le quedan de por vida.
La falta de transparencia en lo público (y la Iglesia lo es) es lo que ocasiona que se escondan casos como estos que además son delito. Y el que encubre un delito es cómplice al que quizás también habría que condenar.
Un abrazo
Hoy no tengo palabras, frente a estos actos me late la cabeza de ira, de bronca, de angustia.
Te abrazo Luis.
M.
Hola, Luis, encantada de conocerte y agradezco mucho tu visita a uno de mis blogs. Al devolvértela, me he quedado gratamente sorprendida, porque al fin alguien denuncia abiertamente, no ya la pasividad de la Iglesia Católica frente a uno de los más execrables crímenes que se puedan cometer contra la Humanidad: la pedofilia, sino ya casi hasta el beneplácito que parece que dicha insitución extiende hasta estos criminales que abusan del mayor tesoro que pueda tener una especie: sus descendientes, su futuro. Y es que, para el pontífice romano, es más sacrílego y condenable el matrimonio homosexual, acto que, se vea bien o mal, es efectuado por dos personas adultas con pleno consentimiento de ambas partes, que el abuso y violación sistemática de menores, lo cual ya puede dar una idea de la moral y ética de este individuo que es seguido por ingentes masas de fieles. En fin, alabo enormemente tu crítica y la apoyo totalmente. Y es que las religiones siempre han estado al servicio del poder y de la corrupción, como un arma más para oprimir al pueblo. Me uno como seguidora de tu blog y te dejo con un beso y un saludo desde España.
El silencio y cubrimiento de ese acto es repugnante por igual.
Un placer leerte.
Saludos.
Sin dudas y categóricamente Luis: ningún dios desea recibir esa clase de acción de gracias. Y suprimir el tema y peor aún, intentar rebajar la gravedad de los hechos de pedofilia, es propio de cómplices.
Muchas Gracias por el artículo.
Saludos cordiales.
Coincido plenamente con tus dichos, esperemos que frente a la publicidad de estos hechos, y las voces críticas que se alzan la iglesia revea su actitud. Saludos tía Elsa.
Luís...
hay un dicho que dice: entre gitanos no nos vamos a adivinar la suerte.
hay tanta crueldad, injusticia, encubrimiento y tantas otras calamidades en el poder... que cuanto mayor es la gerarquía... más nos demipre el corazón...
sin palabras amigo querido... repudio y condena.
hermosos días!!!
beso!!!
Has hecho un auténtico reportaje de esos que no dejan indiferente. Así, a partir de una obras en una catedral vamos tirando del hilo para descubrir lo que la iglesia esconde.
La iglesia... ¡y muchos conventos! Durante años se nos dijo que era pura leyenda urbana. Pero está documentado: osarios infantiles en conventos de monjas.
Pero el tiempo es juez supremo y la iglesia católica no se parece en nada a las ideas del que tienen por ideólogo. Han enarbolado armas, juzgado y quemado en la hoguera a miles de personas, arruinado las vidas y las conciencias de muchos otros en 2000 años. Claro, sí, seguro que hay un curita que sea buena persona. ¿Y qué? también habrá algún político que resista ser corrompido... La clave del futuro de la iglesia católica está en la actitud de enroque ajedrecístico ante las evidencias cada vez más claras de pedofilia. De esta manera está más que claro que se aproxima su fin. Sin necesidad de profecías mayas: menos vocaciones, descrédito y pérdida de adeptos frente a otros credos, etc. Así, manteniendo el celibato creen que la pedofilia tiene "cura"...
Publicar un comentario