Hasta hace un par de décadas cuando los estudiantes en Chile ingresaban a la educación secundaria debían elegir qué idioma extranjero, inglés o francés, formaría parte de su malla curricular. Supongo que por fines prácticos actualmente los chicos de trece años se ven librados de tal estrés porque tan solo se imparte inglés salvo en los colegios pertenecientes a colonias extranjeras, pero si deben elegir excluyentemente entre clases de música y artes plásticas ¿será que no se puede saber leer un pentagrama y pintar al óleo a la vez?
Dos años después deben tomar una nueva elección que tiene que ver con el perfil curricular que tendrán sus últimos dos años de secundaria. Las opciones son: educación matemática en donde se les impartirán ramos como termodinámica, álgebra analítica e introducción al cálculo en desmedro de las horas de ciencias biológicas y lenguaje; educación científica en donde aprenderán química especializada y genomas entre otras en desmedre de las horas matemáticas, lenguaje y ciencias cívicas; y educación humanista donde abordaran materias como análisis literario, filosofía y civismo contemporáneo, en desmedro de las horas de matemáticas, química y biología. De lo anterior conozco bastante porque al momento de escribir estas líneas mi hijo está en el proceso de tomar una decisión al respecto.
Al parecer el ideal renacentista de la universalidad de conocimientos ha sido absolutamente desplazado por la cada vez más necesaria especialización curricular, de esta forma aquél matemático y filósofo amante de la botánica que dominaba tres idiomas y sabía interpretar a Bach en el piano resulta ser una especie en vías de extinción. En su lugar de las universidades chilenas cada día egresan notables ingenieros capaces de levantar el más alto de los edificios pero incapaces de redactar correctamente un correo electrónico y periodistas capaces de redactar el más acabado ensayo de la realidad contemporánea pero incapaces de resolver un sencillo problema usando la regla de tres.
¿Qué tiene que ver todo lo anterior con la fotografía? En una imagen como esta, al menos yo, encuentro un perfecto abanico de colores, veo una serie de formas geométricas, me resulta poéticamente inspiradora y a la vez me explica una serie de principios físicos de la aerodinámica, sin tener que excluir una apreciación de otra.
PD. Mi hijo finalmente optó por educación humanista, su pasión por la historia y su interés en la filosofía pudieron más que sus habilidades matemáticas.
Dos años después deben tomar una nueva elección que tiene que ver con el perfil curricular que tendrán sus últimos dos años de secundaria. Las opciones son: educación matemática en donde se les impartirán ramos como termodinámica, álgebra analítica e introducción al cálculo en desmedro de las horas de ciencias biológicas y lenguaje; educación científica en donde aprenderán química especializada y genomas entre otras en desmedre de las horas matemáticas, lenguaje y ciencias cívicas; y educación humanista donde abordaran materias como análisis literario, filosofía y civismo contemporáneo, en desmedro de las horas de matemáticas, química y biología. De lo anterior conozco bastante porque al momento de escribir estas líneas mi hijo está en el proceso de tomar una decisión al respecto.
Al parecer el ideal renacentista de la universalidad de conocimientos ha sido absolutamente desplazado por la cada vez más necesaria especialización curricular, de esta forma aquél matemático y filósofo amante de la botánica que dominaba tres idiomas y sabía interpretar a Bach en el piano resulta ser una especie en vías de extinción. En su lugar de las universidades chilenas cada día egresan notables ingenieros capaces de levantar el más alto de los edificios pero incapaces de redactar correctamente un correo electrónico y periodistas capaces de redactar el más acabado ensayo de la realidad contemporánea pero incapaces de resolver un sencillo problema usando la regla de tres.
¿Qué tiene que ver todo lo anterior con la fotografía? En una imagen como esta, al menos yo, encuentro un perfecto abanico de colores, veo una serie de formas geométricas, me resulta poéticamente inspiradora y a la vez me explica una serie de principios físicos de la aerodinámica, sin tener que excluir una apreciación de otra.
PD. Mi hijo finalmente optó por educación humanista, su pasión por la historia y su interés en la filosofía pudieron más que sus habilidades matemáticas.
8 comentarios:
Hace rato que pasó de moda el conocimiento universal querido amigo, he encontrado ingenieros comerciales que no saben qué es el Louvre, periodistas que creen que Víctor Hugo fue un presidente de Italia, médicos que creen que Paraguay queda en Centroamérica, una pena.....
No puedo hoy por hoy entender la vida sin ganas de aprender constantemente.
Aprender es simplemente ampliar las posibilidades de comprender aquello que por sus características uno desconoce. Y eso, además de práctico es bonito.
Los hijos, algunos, tienen cada vez más claro hacia donde encaminar sus aptitudes.
Un abrazo Luis.
Que no abandone las matemáticas, creo que la mejor especialización es saber de todo un poco... yo me fui por las ciencias y jamás dejé de lado las letras...
Besicos
Hola!!!
Para mí es una palabra y mil imagenes, jijijiji
Gracias por estar y nos estamos encontrando por la cibernética….
Un abrazo de oso.
Hola!!!
Para mí es una palabra y mil imagenes, jijijiji
Gracias por estar y nos estamos encontrando por la cibernética….
Un abrazo de oso.
Yo creo que no , el arte y la ciencia cada día van más de la mano.
Es posible dejar la física cuántica de
lado cuando pintamos un cuadro (Miró), hacer música (Cage), él visitó una camara acústica para inspirarse.
Y así tantos.
Prefiero pensar que todo se relaciona querido compañero.
Un abrazo enorme.
M.
"Especialización" es la palabra clave en este tema, y definitivamente comparto tu opinión en este artículo, también en mi país se da la misma situación.
"El saber no ocupa lugar" advierte el viejo dicho, pero definitivamente los planes de educación actual, son elaborados por individuos que no piensan lo mismo. Así las cosas, mi hijo recibió en casa -a pesar de asistir a excelentes colegios- educaciòn suplementaria y aprendió dos idiomas màs, antes de elegir su carrera universitaria.
Nuestro fin era precisamente, que ante una imagen (muy bella) como la de tu foto, pudiera "VER" sin "EXCLUIR". Excelente ejemplo Luis!
Un abrazo!
Pero el no saber escribir bien no depende ya solo de lo que estudies. Como profesor de matemáticas que he sido muchos años y estudiante que fuí de ciencias puras, lo que nunca he hecho es dejar de leer y de sentir curiosidad.
Publicar un comentario